Llegará el día en que dejes el miedo de lado y veas que solo quiero quererte, que mi única preocupación es hacer que al cerrar los ojos, el día a mi lado te haya resultado positivo, que yo sea el principal motivo de tu satisfacción.
Llegará el día en que sientas que por fin el pasado se ha borrado, que ha dejado de ser el freno que no te dejaba avanzar, que entre lo nuestro, nuestro presente y las historias que hemos vivido cada uno hasta ahora no hay punto de comparación, no tienen nada que ver, pq somos incomparables a nada ni a nadie, tu y yo por separado, porque tu y yo juntos somos mas que incomparables, somos imparables, inalcanzables, casi dioses.
Llegará el día en que agradecerás a Dios el haber cruzado nuestros caminos, el haberme conocido a pesar de no haber caído en la cuenta de mi presencia, el que lo nuestro surgiese a base de palabras y sentimientos y fuese seguido de mucha pasión y no al revés.
Llegara el día en que admitas que soy raro, extraño, tan extraño que por suerte no me parezco a nadie que hayas amado o tenido en tu vida, que veas que si soplo a las nubes no es por estar loco, si no porque solo intento que no tapen el sol que te ilumina; que solo quiero apartar la tormenta para que no te afecte, que no te de frio, ni te empape su lluvia y que si tengo que quitarme mi camisa para taparte, lo hago encantado, sin pasar frio, porque las chispas de tus ojos ya me dan bastante calor.
Llegará el día en que el miedo al miedo de hacernos daño ya no nos dañará y te levantarás una mañana cayendo en la cuenta de que la felicidad se ha instalado en tu vida, sin hacer ruido, goteando poco a poco y el miedo habrá sido vencido.
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