lunes, 30 de abril de 2018

CERRAR ETAPAS.

Llega en esta vida el momento de cerrar etapas o al menos de dejarlas apartadas, de pasar página.

Tanto en el ámbito laboral como en el personal, cierras puertas cuando otras se abren, cierras puertas cuando no hay más remedio, cierras puertas cuando tienes que saltar por la ventana y también cierras puertas para esperar, para quedarte dentro, cierras puertas sin saber si volverán a abrirse algún día, si alguien las tirará abajo o si quizás, tengas que abrir un hueco en la pared e inventar una puerta nueva.

Pasa el tiempo, a veces más y a veces menos, y tienes que tomar decisiones, tomar caminos nuevos, tomarte un tiempo o un descanso y a veces también simplemente tomar aire y una cerveza al sol.

Hagas lo que hagas, que sea siempre para no parar de caminar, para no parar de dar pasos  siempre adelante, nunca marcha atrás, que somos personas, no cangrejos, así que caminamos para no morir de cobardía, sin retroceder, sin rendirnos; andamos a pasos, grandes o minúsculos, a veces hasta tenemos que arrastrarnos cuando estamos muy jodidos, pero nunca nos paramos porque si no moririamos y nunca damos marcha atrás porque eso sería un suicidio.

domingo, 29 de abril de 2018

COMO DECIRTE QUE...

Como te digo que cada día que pasa me vas perdiendo un poco más y que me vas alejando poco a poco de ti...?

Cómo te hago saber que te amo, porque créeme, te amo demasiado pero tu poco interés me está obligando a volar...?

Cómo te digo que si continúas así, esta bella historia a la que tu pusiste una coma yo estoy pensando en ponerle un punto final?

Cómo te digo que un hombre necesita amor, atención, sentirse querido...?

Un hombre también lo necesita y que necesito de tu cariño, de tu apoyo.

Cómo te digo que estoy pensando en tirar la toalla y en rendirme?

Cómo te hago entender que he ignorado a muchas con tal de estar a tu lado, de que me estoy cansando de luchar y de no sentirme correspondido?

Aunque se, que tu también lo sabes...

Cómo te digo que si me pierdo ésta vez… no voy a volver jamas y así pondré un final a este sentimiento que apenas empezó y que podría haber sido una bella historia de amor?

Pero como todo enamorado sabe...el amor es cosa de dos.

Y ahí, ahí si me siento solo.

Stolen....

COMPLICARLO.

Dedicamos demasiado esfuerzo a hacer lo que esperaban, lo que se esperaba.

Y no existe peor error que pensar que callarse lo hará todo más fácil.

En el amor, en la família, en los amigos.

Buscar lo malo de todas las circunstancias que nos rodean, porque es más fácil hacerte daño tú a que te lo hagan.

No entiendo ese miedo a decir lo que nos apetece o hacer lo que nos apetece.

Y ahí seguimos.

Trazando precipicios, poniendo piedras y creando vértigos en una carretera que era jodidamente recta.

Complicarlo.

Complicarnos.

Y te aseguro que solo sale mal lo que no se intenta.

Porque si no es lo correcto, te habrá servido para aprender, para vivir y para sentir.

Robado del naufragio.

ELÍGEME.

Elígeme a mí...

Por una vez….

Escoge mi timidez...

Escoge mi risa….

Elígeme también que soy un desastre...

Escoge mis ojos que ríen…

Esos ojos que aprendiste a leer...

Escoge mi perfume…

Escoge mis pensamientos que caminan rápidos….

Mil ideas...

Elige los latidos de mi corazón… escoge esas risas conmigo...

Escoge mis locuras… mis dudas…

Escoge mis medios besos... mis manos que tiemblan...

Escoge mis ojos que brillan…

Escoge y hazme reír….

Hazme cosquillas… llévame a todos los lados...

Elígeme a mí….y yo...

Te elegiré cada día de mi vida.

OPORTUNIDADES.

Si un día conoces a alguien que te ofrece todo cuanto tiene… su verdad, su lealtad, su amistad, sus demonios, sus virtudes y sus defectos. Alguien con quien no tengas que fingir nunca, con quien siempre puedas ser tú, en toda tu esencia, con tus catástrofes, tus locuras, tus risas, tus miedos y tus sueños. Alguien que borre de tu diccionario la palabra aburrimiento, con quien estar relajado, de fiesta o gozando, cualquier cosa, pero siempre sintiéndote bien, sin desear estar en otro lugar. Alguien que también tenga su propia vida y que respete del mismo modo tu libertad, que no desconfíe, que no se pierda. Alguien que se preocupe por complacerte al máximo, que te enseñe que el sexo cada día puede ser mejor y más excitante, que se preocupe de conocerte en todas tus facetas y que se desviva siempre por hacerte sonreír, pase lo que pase, pero siendo conscientes de que la vida no es una fiesta y que la perfección no existe. Si un día conoces a alguien así… no le sueltes, haz las cosas bien y no la cagues. Estas personas están en peligro de extinción. Son oportunidades de felicidad, que la vida por norma, no te daría dos veces…

Me encanta robar estas cosas.

sábado, 28 de abril de 2018

LO QUE TRAJO LA CONSTANTE

La Constante me trajo esta tarde al Hada Chalada y me di un paseo por todo lo escrito por aquel entonces, dándome cuenta de la grandeza que a veces podemos llevar dentro, en ese pequeño trozo de carne que nos mueve con su repique rítmico.

Ha sido bonito y a veces duro poner en marcha la memoria, alternando sonrisas incontrolablemente tiernas y el nudo involuntario que he sentido un par de veces subir y bajar por la garganta de mi alma.

Y aunque queda la satisfacción de tenerte a mi lado cada día en esta etapa, te echo de menos, a ti y al tenerte al alcance de mis manos, de mis brazos, del aroma de Bulgari flotando en la brisa que viene de ti, de que me salpiques de polvo de hadas cuando explotan las burbujas de tu risa, de reírnos de todo y de todos, incluido de nosotros mismos.

Menos mal que queda poco, porque tengo muchas ganas de ti.

CASARME


No quiero casarme solo porque sí, para la foto, por la boda, el traje y el vestido, o porque crea que el matrimonio es un objetivo más en la vida.
Quiero encontrar a esa compañera de aventuras, que pueda pedir la cena por mi, porque sabe qué condimentos me gustan en la pizza, y de que sabor prefiero la bebida.
Quiero vivir con mi mejor amiga, la que me haga bromas pesadas, que se ría cuando me caigo, y me haga reír de nuevo.
Quiero estar con alguien que no se tome la vida tan en serio, y de ser posible, alguien con quien no pueda tener una sola conversación sin que me diga alguna estupidez.
Yo quiero despertarme y encontrarla a mi lado, despeinada, que me recuerde las cosas que dije, y nos riamos durante el desayuno de las cosas que hicimos la noche anterior.
Quiero que hagamos que la rutina, la realidad y los problemas, parezcan más divertidos de lo que son en realidad.
Quiero una compañera que se anime a recorrer el mundo conmigo en auto, en bus, o en avión; en un hotel de cinco estrellas al lado del mar o en un cabaña en medio del bosque.
Que me tome fuerte de la mano mientras caminamos por alguna ciudad o  campo perdidos, y me acompañe a conocer los bares por las noches.
Y quiero reírme cuando hagamos el amor, cuando almorcemos, cuando nos bañemos, cuando viajemos, y cinco minutos después de discutir.
Yo no me quiero casar, para estar enjaulado en una vida sin amor. Yo quiero volar al lado de alguien que me haga tan feliz, que me den ganas de volver a ella todos los días.
Y que, si alguna vez la encuentro, tenga la certeza de que ES ELLA, y no se tenga que andar preocupando.
Sabrá que soy suyo, y solamente suyo para siempre.
Yo, más que casarme porque me tengo que casar, quiero al amor de mi vida, para toda la vida.
Y si nos casamos, que firmar el papel sea una mera formalidad, y que el amor, la amistad, y la lealtad, sean los que realmente nos mantienen unidos.
Porque no es lo mismo estar casado que estar comprometido, y no es lo mismo estar juntos que estar unidos.
Y la vida, que es tan corta, se hace muy larga al lado de la persona equivocada.

Robado por ahí.

jueves, 26 de abril de 2018

DILE LA VERDAD.

No le mientas, dile la verdad,
cuando estés mirando el mar desde las piedras, callada y seria y el te pregunte si piensas en mi, dile la verdad, dile que así es.

No le mientas, dile la verdad, cuando te coja en un abrazo y no tiembles, cuando tu cuerpo note la falta de esa tranquilidad y protección que tenías junto a mi pecho, no le mientas y dile la verdad, dile que era abrazada a mi donde encontrabas la paz.

No le mientas, dile la verdad, cuando estéis amandoos e insista en saber si con él es mejor o peor, si disfrutas del mismo modo, si en ese momento en que unas manos recorren tu cuerpo piensas en el o en mí, no le mientas, dile la verdad, dile que era conmigo con quien reias en "ese" instante y que al contrario que pasaba al entregarte entre mis brazos, el rostro que tienes en la cabeza no se corresponde con el cuerpo que te da calor.

No le mientas, dile la verdad, dile que cuando el sol no sale, cuando las nubes se ponen negras y la tormenta amenaza con dejarte tiritando, el refugio al que quieres correr no se encuentra en su dirección, que la puerta de mi casa no está hecha con un tablón destrozado y podrido, si no de dura madera envejecida y curtida por los años y los daños.

No le mientas, dile la verdad como yo te la digo a ti, la verdad cuando te cuento que Pablo me jode las tardes cuando me recuerda que yo era "Tu Refugio", cuando Vanessa sigue dándome la razón cuando ambos decimos que "90 Minutos" no puede durar el amor,  Fredi siente también que se me mueren "Mariposas" ahora que te ves con los demás y Embusteros acompañados de Shuarma cantan lo nuestro a modo de banda sonora, desde que empezamos a sonreírnos con una barra de bar de por medio hasta quedar completamente "Enganchados".

No le mientas, dile la verdad, que bastante te mientes a ti misma cada día al despertar.

LLEGASTE.

Llegaste a mi vida, por casualidad y sin planearlo, como ocurren todas las cosas bellas.

Llegaste a través de alguien, de rebote y desde la segunda palabra que cruzamos supe que sería algo grande, algo muy, muy bonito.

Llegaste y fue para quedarte, a mi lado aunque nos separen los kilómetros, para sentir tu presencia aunque no nos cojamos de la mano.

Y siempre estás ahí, siempre tengo ese mensaje, esas palabras, esa llamada en el momento justo en el que me planteo rendirme.

Siempre tengo tus ánimos y sobre todo siempre tengo esas palabras que quieren hacerme ver lo mucho que valgo cuando a mi se me olvida, que intentan hacer que me vea a través de tus ojos, tal y como tú me ves y la verdad, si realmente me ves así, debo ser la hostia aunque suela valorarme tan poco y tan a menudo.

Menos mal que estás tú, menos mal que te tengo, menos mal que de una manera u otra, en una posición u otra siempre te tendré en mi vida aunque las cosas no saliesen como nunca estuvieron planeadas, menos mal que me conoces tan bien.

Y menos mal que me quedan tus caricias, tu manera de cogerme las manos y sobre todas las cosas, menos mal que me quedarán siempre esos mágicos abrazos, esos que me transmiten paz solo con recordarlos.

Menos mal que siempre espero estar en tu vida.

Te quiero, ya lo sabes, tanto como tu a mi.

QUIEN NO TE QUIERE.

No dejes de ser libre aún con pareja,
no aceptes que te mire los mensajes,
no olvides que el amor no es una reja,
no pagues, por favor, esos chantajes.

No calles por temor, por si se queja, no escondas la verdad con maquillajes,
no seas tú la triste moraleja
de un cuento sin ventanas ni paisajes.

No admitas que te amarre quien te quiera:
que tóxica es la mano que te abraza
poniendo alrededor una frontera.

La vida, corazón, se nada a braza:
tú lánzate ya al mar como una fiera
y arráncate sin miedo la coraza.

No es mío, es de Luís Ramiro, pero me toca tan hondo, me llega tan dentro que tenía que dejarlo escrito en algún lado, para aclarar ideas y remover dignidades más que corazones.

miércoles, 25 de abril de 2018

RECUPÉRATE VIEJO AMIGO.

Te levantas un día cualquiera, abres esa puerta que tienes en el pecho y te sacas el corazón.

Lo dejas sobre la mesita de noche, al lado de tu cama, lo miras con una mezcla de rabia y pena y le dices:

Lo que me estás costando de criar. No paras de darme problemas, de latir fuerte y saltar cuando no debes y por quien no toca; haznos un favor a ambos, deja de joder, vale?
Mírate, estás hecho un asco, lleno de cicatrices, cosido, remachado y con un montón de trozos que te faltan perdidos en otros tantos mordiscos que te han dado.
Así como quieres funcionar bien?
Como pretendes darme la fuerza que necesito cada día?
Acaso merezco que me hagas esto, que me hagas sufrir este tormento?
Deberías ser rojo brillante, reluciente, pintado en rojo candy sobre metal flakes multicolor y diez capas de laca de alto brillo.
Y mírate, reventado, con una armadura que deja pasar todo lo que no debe y lo peor, espíritu de superación.
Eres un puto fraude.
Tu, que ibas de duro, de inaccesible, que decías que nada ni nadie te podría dañar has sufrido lo indecible, por idiota, por confiado, al fin y al cabo por ser más puro de lo que el mundo se merece, y eso no es lo peor, lo peor es que me arrastras a mi contigo y no, eso no te lo permito, así que te voy a meter en el cajón de esta mesita, vivo más tranquilo sin ti, sin tus montañas rusas, sin que me duelas tanto, sin que te me atravieses en la garganta como un bocado mal masticado y no me dejes ni respirar, sin que me ahogues.
Así que ya está bien, ahí te quedas, que te den por culo, gilipollas.

Y coges ese trozo de carne que palpita con un ritmo nada acompasado y lo lanzas dentro del cajón, cerrando lo de golpe, para que no pueda salir y seguir jodiéndote.

Y te das la vuelta, te vas, creyendo que así será mejor; intentas hacer tu día a día sin él, con cara de revólver, de AK47, pasando por el mundo pero apenas sin vivirlo.

Pero no, eso no es vida y unas mañanas después, te despiertas y miras el cajón, con una mezcla de rabia, añoranza y compasión, compasión por tu corazón encerrado y sobre todo compasión por ti.

Total, que abres el cajón y ahí está él, moviendo el rabo como un cachorro al que le rascas tras las orejas...y te da pena.

Lo sacas del cajón, lo depositas en la mesita y le hablas diciendole:

Mirate, pareces tonto, tontucio perdido, un auténtico estúpido pero...pero me caes bien y no puedo vivir sin ti, así que vamos a hacer un trato y es que tu vas a ser más calmado, más selectivo  vas a dejar de entregarte sin pedir nada a cambio, vas a hacerte de valer y valorar y solo solo vas a dar lo mejor de nosotros a quien demuestre que lo merece, quien lo demuestre con hechos, con cariño, con entrega y sacrificio, quien deje claro que te quiere a su lado y repito, que lo demuestre, no que lo diga, que las palabras se las lleva el viento, olvidan que las pronuncian y después quieren matizarlas siempre...y no, tu y yo no tenemos el cuerpo, los huevos y la vida para farolillos.
Si me prometes actuar así yo prometo cuidarte y volver a meterte en mi pecho, pero no aún, debes recuperarte, sanar las últimas heridas, cicatrizar el último mordisco que te han dado y que te ha arrancado un trozo demasiado grande.
Recupérate pronto y volveremos a rodar juntos, a correr por la montaña, a vivir aventuras y a sonreír, sonreír como solo tú yo sabemos hacerlo, de medio lado y con hoyuelos, para volverlas locas, aún más locas.
Y estate tranquilo, hay alguien ahí fuera que te merece, que sabrá cuidarnos, mimarnos, poner alegría en nuestras vidas y hacer que latas otra vez a buen ritmo, que latas solo por ella, para siempre.
Recupérate viejo amigo, recupérate porque sabes una cosa? Te he echado de menos y...en el fondo me caes bien.

martes, 24 de abril de 2018

NOTA IMPORTANTE

Quería dejar claro, a los millones de lectores que tiene este blog, que los escritos, las publicaciones y demás no son inmediatos, pueden ser borradores que llevan horas, días, semanas o meses esperando se terminados y publicados; algunos nunca ven la luz.
Es cuestión de inspiración, de momentos en la vida que te desaniman  a publicar según que cosas y que hay ciertas cosas de las que escribo que duelen, que prefieres no publicar por si acaso cambian, en un vano intento de que si no las plasmas en estas páginas quizás cambien o desaparezcan...

Por otro lado, no es autobiográfico  no pueden tomarse al pie de la letra como si fuese un diario, porque no lo es y aunque está claro que hay un mucho de mi alma en cada cosa que escribo, también es verdad que se adorna, se le da otro sentido, se transforma ligeramente por eso justamente, porque no siempre es real tal y como lo cuento....o si, vaya usted a saber, señor lector.

NÁUFRAGA 3. Y FIN.

Ella seguía allí, en medio del océano frío y él lo sabía.

Paró su barca un momento para pensar y en contra de sus principios, en contra de todo lo que siempre había pensado y sentido, dio la vuelta y enfiló su proa en dirección a donde la había dejado intentando flotar; enfiló su proa y remó a buen ritmo, con miedo a llegar a ese punto y que ella ya se hubiese hundido.

Pero no, ahí estaba ella, haciendo algo que parecía un intento de juntar los trocitos de madera podrida en que se había ido convirtiendo el tablón.

Y a él le dio pena, mucha mucha pena.

Se acercó un poco más a ella y le preguntó: te importa explicarme que haces, que intentas?

Ella, puso una cara a medias entre alegrarse todo lo que alguien se puede alegrar y de miedo ante no saber cómo actuar y le contestó: voy a juntar todos los pedazos y volver a dejar el tablón como estaba el día que me cogí a él con desesperación, voy a hacer lo que sea para que vuelva a ser el tablón con el que construir la puerta de la casa que quiero, para que proteja a mi familia de todo mal que pueda venir de fuera.

"Sabes que no va a resultar, la madera está podrida y deshecha, no se puede reparar lo que hace ya mucho tiempo que se rompió y solo vas a conseguir que las astillas se te claven aún más en las manos y las heridas se infecten; te hundirá y te ahogarás. Dame la mano y sube a mi barca, te lo pido por favor, sobre todo por ti" contestó él.

"Déjame y vete, por favor, porque cada minuto que pasas aquí, a mi lado, me gusta y me duele a la vez, me hace sentirme segura y perdida al mismo tiempo, eres mi refugio y también la nube de mi tormenta" dijo ella entre lágrimas que se perdían en el salado mar, como si nunca hubiesen sido derramadas.

Y entonces a él la pena le estrujó el corazón hasta el punto que le dolía tan sólo que palpitase.

E hizo lo que juró hace tiempo no volver a hacer, nunca más.

Se descalzó, se quito la camiseta con rapidez y...se lanzó a las frías aguas para intentar sacarla a ella de la forma que fuese.

Dio las dos brazadas que los separaban y se acercó al cuerpo de ella, y entonces comprobó lo frías que eran esas aguas y el poco calor que le quedaba a ella.

La abrazó y ella se agarró a su cuello como quién se agarra a la cuerda de la que cuelga sobre el abismo, se agarro y tembló al mismo tiempo, escondiendo la cara en el pecho de él, apoyando su mejilla sobre los tatuajes que cubrían su corazón y se sintió tranquila, relajada, se sintió ella misma a pesar de que llevaba años siendo tan solo una sombra de quien era en realidad.

Él se dio cuenta entonces de que si, se había agarrado a él con un brazo, pero su mano seguía aferrada a ese trozo de madera que hace mucho fue un tablón.

"suelta ese destrozado e inútil trozo de madera de una vez, suéltalo, ya no lo necesitas, suéltalo y subamos a mi barca, yo te ayudo a hacerlo" le dijo el.

Y ella, con una máscara de pánico y culpa en su cara dijo "no puedo hacerlo, si lo suelto siento que algo malo le pasará, siento que si lo suelto nunca volveré a sentirme segura del todo y eso me da miedo, todo el miedo que se puede esconder en un cuerpo tan pequeño"

"Por favor, suéltalo" Le pidió el, al mismo tiempo que alargó la mano para intentar soltarle los dedos de ese patético trozo de madera al que había empezado a odiar por la sensación de impotencia que le generaba.

Ella entonces se puso a patalear, a gritar y a llorar, a forcejear y dar manotazos, hasta que uno de los manotazos le dio en plena cara.

Y dolió, dolió tanto que sintió que las fuerzas lo abandonaban, y notó que se hundía, que ella nunca se dejaría salvar y acabaría arrastrándolo a él cuando se hundiese...y él también se ahogaría.

Y de repente la soltó, nadó hasta su barca y subió a ella lo más rápido que pudo, con el cuerpo agarrotado por el frío de esas aguas negras y se preguntó como sobreviviría ella, sabiendo que no, que nadie sobrevive a tanto frío, más pronto o más tarde acabas paralizado y te hundes.

Se giró por última vez, negándose a secar su cuerpo, sintiendo que lo que le goteaba del rostro no era agua de mar, que el sabor salado era una mezcla de sus lágrimas y de la sangre que goteaba de su labio, sin querer averiguar si la herida era fruto del golpe que ella le había dado o sí se lo había producido él mismo a fuerza de morderse en un vano intento de impedirse llorar, de que le doliese más el labio que el corazón.

Y a pesar de todo, aún le quedó un poco de esperanza para girarse y dedicarle un último "quédate conmigo y no te vayas nunca" a lo que ella negó con la cabeza y con ojos que pedían disculpas le dijo "no puedo, tengo que intentarlo, aunque sepa en el fondo de mi corazón que es la decisión más estúpida e inútil de mi vida, no puedo dejar de intentarlo por última vez, y si...."

Y el se sentó cogió los remos con decisión y empezó a remar, con fuerza, con energía, como si tuviese la mitad de los años que ya tenía; remó y agarraba con tal fuerza los remos que los nudillos se le pusieron blancos de que no circulase la sangre por sus dedos.

Y ella entonces gritó "gracias por todo, te quiero mucho, y estate tranquilo que si al final el tablón se deshace, si no logro arreglarlo, soy lo bastante fuerte para nadar sola, como tú me has enseñado"

El siguió remando sin girarse, deseando que ella tuviese razón pero sabiendo que tal y como la vida le había enseñado a través de los años  eso no iba a pasar y que ella al final se hundiría de una manera u otra, y se ahogaría.

Y siguió remando, sin parar.

DE VUELTA.

Y las cosas vuelven a su sitio,
del que nunca debieron salir.

Los anillos vuelven a sus dedos genuinos, de los que salieron para hacer algo bueno, para reconfortar, para acompañar, como ofrenda de un sentimiento, como un vínculo invisible plasmado en algo tangible, algo muy mío para alguien que nunca tuve; "cuando me necesites a tu lado, cuando me eches de menos, póntelo, agárraro en tu mano y estate segura de que estaré pensando en ti" y acabó siendo algo que esconder, que ocultar, para no tener que decir la verdad a quien nunca la mereció.

Vuelven los anillos a sus dedos, vuelve el apetito al estómago, vuelve la tranquilidad y la rutina, las ganas de invertir en uno mismo, en cosas que gratifiquen de por sí y no esperando que esa sensación de felicidad venga de donde se juegan tus sentimientos al "piedra, papel o tijera"

Vuelve la ilusión a tu vida, la ilusión en ti mismo, al tener tu tiempo para ti y no arañarle minutos a tu tiempo de descanso, a tu tiempo de entrenar para dedicarlo a esperanzas vanas, palabras vacías y "te quieros" de cartón piedra.

Vuelve el placer de una cerveza al sol en tu día libre, sólo para ti, sin hacer cábalas de si será en compañía si acaso los astros se alinean, que tú eres el último en decidir, en opinar y sin derecho ni a pedir.

Vuelven a cerrarse puertas que dudo vuelvan a abrirse y que si lo hacen van a tener que ser a base de llaves muy especiales, hechas con polvo de hadas, cuernos de unicornios y magia, mucha, mucha magia, que se terminó eso de abrirla a los primeros ojos bonitos que vengan acompañados de una ganzúa por sonrisa.

Vuelven los kilos perdidos a base de café, tristeza, impotencia, estómagos cerrados y seguir entrenando por tener la mente distraída un par de horas.
Ni un gramo menos de músculo perdido, jamás y menos por quien no lo merece si es que hay alguien que merezca semejantes desarreglos en la vida de uno.

Y no volverán las esperanzas perdidas, las ilusiones rotas, las noches de insomnio, de dormir poco y comer menos, no volverá la confianza, ni ese trozo de corazón que cayó como una hoja seca en otoño, no volverán las marcas a los labios a base de morderse los por no llorar, total para que al final, cuando nadie nos ve, reguemos de agua y sal nuestras mejillas para no explotar o morir ahogados por ese nudo que nos tapa la garganta; no volverán los sentimientos regalados e intentaremos aprender que lo, no deben regalarse, deben ganarse con cariño, con entrega, con compromiso y sobre todo con sinceridad, de esa que escasea tanto en nuestros días...y así nos va.

Que vuelva lo bueno y se marche todo lo malo.

domingo, 22 de abril de 2018

ÉCHALE HUEVOS.

Otra vez más estas ahí,
atrapada entre tus sentimientos y tus miedos,
intentando que tu corazón y tu cerebro se pongan de acuerdo,
y sigues sin darte cuenta que no pueden,
que hablan idiomas distintos.

Sigues engordando tus miedos con las típicas frases de "no es el momento", "no estoy preparada", "soy incapaz de tener pareja", "siempre me sale mal y no quiero sufrir otra vez" y toda esa retahíla de idioteces, tus idioteces, con las que te engañas a ti misma para no reconocer que solo tienes una cosa: miedo.

Y de esa manera das la razón a quienes metieron esas tonterías en tu mente, a esos y a esa que cada día que pasas sola y medianamente feliz son un poco más vencedores y se regodean con su victoria, victoria que tu les regalas.

Y no, las mujeres como tú sois iguales que los hombres como yo, nos negamos a ser medianamente felices, lo queremos todo o nada, o somos muy felices o la felicidad que les parece suficiente a los mediocres nos parece una derrota.

Y nosotros nunca aceptamos una derrota, nosotros no nos rendimos.

Y es por eso que no nos rendimos, que llevamos el cuerpo, el corazón y el alma llenos de cicatrices y remiendos, para dejar constancia de nuestra lucha por esa merecida felicidad y enseñarles a todos esos mediocres que su vida es un asco.

Así que coge a tu corazón y a tu cerebro, sientalos delante tuyo y explícales a los dos que aquí mandas tú.

Dile a tu corazón que sabes exáctamente lo que quieres y que deje de correr detrás de quien llama su atención sin cumplir todos los requisitos, que sea más calmado y selectivo, que cuando una ha probado el solomillo comer en McDonald's pierde su encanto.

Y dile a tu cerebro que a veces, no podemos tenerlo todo cuadrado y coordinado, que hay ocasiones que sólo se presentan en determinados momentos y raro es que se puedan repetir. Dile que los miedos se los guarde para él, o mejor aún, que los tire a la basura, que hay que amar con cabeza, sin ser un suicida, pero que el hacerlo con armadura, casco, paracaídas, equipo de buceo, paraguas y un botiquín es imposible, muy incómodo, pesa tanto que no deja que te muevas y sobre todo, lo peor es que vas tan equivocadamente protegido que apenas te llega el amor que te entregan, que el antivirus de tu sistema operativo lo mete en la carpeta de spam...y no, así no se puede.

Sientalos y enséñales quien manda, que mandas tú, que te has cansado de ver los toros desde la barrera, el partido desde la grada, que hoy, no mañana, hoy, te tiras al ruedo a pegarle unos pases al toro de la vida y cortarle las orejas y el rabo y que después de hacerlo, vas a saltar al campo, coger ese melón que llamáis pelota y meter un gol tras otro y después al llegar a casa, tendrás quien te masajée los golpes mientras te pone pomada para que las magulladuras de la vida se vayan bien rápido y duelan lo mínimo.

Echale huevos y mata esos miedos.

AUNQUE TÚ NO LO SEPAS.

Como decía el gran Enrique Urquijo, aunque tú no lo sepas me drogue con promesas, las tuyas que nunca se cumplieron.

Aunque tú no lo sepas, mi ilusión tuvo tu nombre durante cierto tiempo, mi esperanza tus ojos oscuros y mi corazón palpitó de nuevo entre tus brazos.

Aunque tú no lo sepas ni nunca llegues a saberlo, hay un sofá en Starbucks que será nuestro de por vida, y el tirarle comida a los patos no será lo mismo sin escuchar tu risa de fondo.

Aunque tú no lo sepas ni jamás llegaras a saberlo, tuve que deshacerme de todo lo tuyo para apagar incendios que revivian en llamas cada vez que tus pertenencias andaban entre mis manos, frente a mis ojos, que de mi memoria será difícil borrarlos.

Aunque tú no lo sepas ni jamás llegásemos a imaginarlo, "eso" era un camino sin salida, cortado por los escombros que trajiste contigo, los mismos con los que vuelves a construir tu cárcel de la que ya seguro no podrás volver a escapar.

Aunque tú no lo sepas, soñé un tiempo que eras otra persona, alguien a quien amé, alguien que solo fue un espejismo, un truco de magia que transformaba quien realmente resultas ser, aunque tú nunca lo sepas.

TROPEZONES.

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y no, no es cierto, ojalá fuesen tan solo dos veces.

Y es que algunos no aprendemos y hacemos del tropezar en preciosas piedras motivo de afán de superación.

Tropezamos, una y otra vez  sin aprender, dejándonos la piel en cada batacazo; la piel, las ilusiones, algún trozo de nuestro corazón, la esperanza y también la fe, la fe en el ser humano y en sus sentimientos.

Eso, sentimientos es lo que más desperdiciamos dejándonos engañar por unos ojos preciosos y una sonrisa de cartón piedra, de esas que a la primera tormenta se deshacen, mostrando que su interior está vacío.

Y no aprendemos aunque pensemos que sí lo hacemos, y lo único que cambiamos de nuestro proceder es el tipo de piedra, total para tropezar de nuevo.

Tropezamos, caemos, nos levantamos, nos enjugamos las lágrimas y seguimos caminando y mientras caminamos hacemos recuento de todas las piedras, de las que más dolieron, de las que más que tropezar nos hicieron resbalar y también recordamos con profundo cariño ciertas piedras en las que no nos importaría volver a tropezar, porque hay tropiezos que aunque duelan, son todo un placer.

viernes, 13 de abril de 2018

LA ESENCIA DE LO NUESTRO.

La esencia de lo nuestro quedó en cada décima de segundo que nuestros ojos se enredaban y nos comíamos el alma a bocados por si un instante después no encontrábamos ese brillo en nuestras pupilas.

En ese lapso de tiempo en que nos perdíamos en el castaño de nuestros iris y deseábamos que el mundo se parase, para poder bajarnos allí mismo y nunca jamás volviésemos a sentirnos solos entre tanta gente.

Quedó en las huellas digitales borradas a base de rozarnos la piel suavemente, casi flotando y sin tocarnos pero queriendo quedar pegados para no soltarnos en lo que nos quedase de vida; en cogernos de las manos y acariciarnos el alma.

Quedó la esencia de lo nuestro, en hablarnos a sonrisas, en dejar un camino marcado por un rastro de dulces, para siempre encontrarnos cuando la vida nos pierde de vista, en amarnos a destiempo, a deshora y contra mi viento y tu marea, en bailar ritmos distintos pero siempre juntando nuestras caderas.

Quedó la esencia de lo nuestro, en una tarde de primavera, agarrarnos las manos, modernos los hombros, bebernos las bocas, comernos los cuerpos y reír, reír cuando los demás gritan.

CAPERUCITA FEROZ.

Que bonita tú,
cuando te quitas la piel de cordero
y te comes al lobo.

Que bonita tú,
que nunca fuiste abuelita
si no caperucita roja,
roja y feroz.

Tu, que en la cesta llevabas no la merienda de la abuelita,
si no un corazón blindado a base de cicatrices.

Que bonita tu, caperucita valiente,
que calientas tus noches con la piel de los lobos que quisieron devorar tu alma,
que no necesitas de leñadores ni cazadores que velen por ti,
que tú sola te bastas para dejar al lobo temblando de miedo,
cuando te pones la caperuza hasta los ojos y afilas esa sonrisa,
mientras pronuncias un "abuelita, abuelita...que Harley más chula tienes...."

Que bonita y peligrosa caperucita...

TE GUSTA.

Te despiertas de madrugada para ir al trabajo, enciendes la luz y empiezas a arreglarte.

Miras al tío ese que te observa desnudo desde el otro lado del espejo y ves que ya no eres un chaval...pero que te gusta lo que ves.

Apenas queda un mes para arrancar una hoja más del calendario y ya serán...bufff, ya serán 47.

47 años que han hecho mella en ti, en tu cuerpo, en tu vida, en tu corazón, pero que sobre todo han servido para hacerte crecer, como persona, como hombre y a pesar de esos 47, te gusta lo que ves.

Te gusta que la gente te aprecie, que los que te conocen de verdad te quieran, que los que no te conocen te envidien, que a esos casi 47 tu cuerpo se mantenga en forma, musculado, duro y vascularizado por obra y gracia de la constancia en el gimnasio y la mesa...y te gusta lo que ves.

Te gusta que además de la genética, el cuidarte físicamente y vestir como lo hacen a los que les sacas mínimo quince años hagan que aparentes un buen puñado de años menos de los que marca tu DNI, porque al fin y al cabo, los años son los que marca tu fecha de nacimiento pero tu edad es la que existe en tu mente y tu espíritu; que le den por saco a Pepito Grillo y larga vida a Peter Pan.

Te gusta a ti y le gusta a las mujeres, incluido a mujeres jóvenes, muy jóvenes, guapas, muy guapas y claro está, si les gustas, es obvio que son inteligentes, muy inteligentes y eso, además de gustarte te pega un subido de ego y alegría, poniendo una sonrisa pícara mientras sigues mirándote.

Te gusta que aún quede piel virgen sobre la que seguir dibujando tus vivencias y mentalmente vas ocupando zonas de tu cuerpo con tinta y dibujos que significan algo importante para ti.

Te miras, ves lo que han sido 46 años, Le pegas un vistazo a los 47 que llaman a la puerta y piensas: aún queda mucha guerra por dar, chaval.

Y te gusta.

martes, 10 de abril de 2018

CUADROS VACIOS, HABITACIONES DESOCUPADAS, PUERTAS CERRADAS.

Y vuelve otra vez ese momento, en el que te toca vaciar cuadros y el corazón.

Descuelgas uno a uno cada recuerdo, cada detalle, cada objeto que por insignificante que parezca, en su dia fue un tesoro.

Los descuelgas y los guardas en la caja de los recuerdos malditos, esos que de momento deben seguir ocultos porque tenerlos cerca, tenerlos a la vista, tenerlos en las manos te quema el interior.

Los guardas y el tiempo dirá si vuelven a las manos de las que algún dia partieron o si quedan ahi, bajo llave en tu vida, ni lejos ni cerca.

Llega el momento, en el que cuando estás solo en tu casa, relajado, disfrutando de cierta paz, no quieres alzar la vista y ver colgadas vivencias que te hicieron feliz hace cierto tiempo pero que ahora se agolpan en tu garganta e impiden respirar.

Y como siempre, una vez más, te dices que ese cuadro permanecerá vacio, que esa habitacion en tu alma, esa que ya habias decorado para quien al final no ha merecido ocuparla seguirá vacía tambien, con la puerta cerrada y esta vez, esta vez si, esperas cumplirlo y no permitir que nadie mas te mueva el suelo.

Vacías cuadros, desocupas habitaciones y cierras puertas.


domingo, 8 de abril de 2018

NO CAMBIES.

No cambies, eres de lo que no hay, de lo que no se encuentra, de lo que queda ya muy poco.

No cambies, porque poca gente se entrega como tú, ama tan a tumba abierta, es tan detallista, se sacrifica, regala tanto cariño y dedicación.

Ni se te ocurra cambiar, porque en nadie vi tanta entrega cuando se trata de abrir el corazón, de hacer una caricia, sin ni siquiera mover las manos, porque resulta que si, que hay almas, almas como la tuya que acarician la vida de los demás y símplemente estando ahi, dan calor esos dias fríos en que solo quieres una manta, chocolate y unos brazos donde refugiarse de la tormenta.

No, no cambies nunca, que nadie haga que dejes de ser tú, y a pesar de los desengaños, a pesar del dolor, a pesar de las caidas de las que cuesta tanto levantarse, a pesar de esa manera de morderte el labio tan especial que tienes y que indica que en tu interior se libra una batalla, no cambies nunca porque en eso y en 1749 detalles más radica tu esencia, lo que te hace únicamente único y especial.

Sé tu, no cambies porque nadie he encontrado que arrope tanto con tan solo una mirada, nadie que calme almas en un minuto a cientos de kilometros, tan solo con las palabras justas a traves de una línea telefónica, nadie que cogiendo unas manos acaricie de esa manera el corazón.

No, nunca, jamás cambies por nada y hazte valorar, que quien te quiera pague el alto precio de estar a tu altura, porque hasta para dejarse querer por ti hay que estar preparada, hay que hacer meritos que poca gente reúne.

No cambies, aunque eso signifique seguir tu vida solo, porque hay cosas, hay gente, hay sentimientos, hay amor que no todo el mundo sabe valorar y no, no es aceptable que vayas regalandolo a cambio de muy poco.

sábado, 7 de abril de 2018

UN SABADO MÁS

Hoy es un Sábado más,
hoy te subo al escenario.

No te asustes cuando tiembles,
que yo sigo descalzo.

Mis deseos contenidos
con susurros delicados.

Abrázame tú....que yo no puedo.

Un Sábado más.
F.L.

EL MOMENTO PRECISO.

Ese extraño misterio que es el no saber en que momento las mariposas se vuelven negras golondrinas, en que momento dejan de llenarte el estomago de aleteos y taponan tu garganta de plumas que impiden coger aire, cual es el indicio a tomar en cuenta para saber donde van a parar los colores de sus alas cuando el sol se esconde.

Ese extraño misterio que supone el preciso instante en que las riendas de tu vida escapan de las manos y el corazon se vuelve un corcel al galope sin ningún tipo de control,  que por muy divertido que resulte cabalgar a toda velocidad puede descabalgarnos de repente sin avisar y convertir las risas en catástrofe y el viento en la cara en un duro golpe.

MEREZCO.

Tú mereces, tú mereces… Tú mereces el mundo entero en la palma de tu mano. Mereces que te vean como un universo nuevo y maravilloso. Mereces palabras bonitas, palabras alegres, palabras dulces y acogedoras. Mereces besos llenos de risas, llenos de amor. Mereces noches llenas de largas conversaciones o incluso noches en donde no se escuche ni un suspiro. Mereces ser un hogar, un hogar a donde alguien va después de un día lleno de complicaciones. Mereces, mereces… Mereces tanto, pero recibes tan poco que crees que es tu culpa.

Y está bien, está bien querer tanto a alguien. Está bien que luches, que demuestres, que quieras. Está bien que quieras recibir el cariño que das, y también está bien que al no recibirlo, te sientas mal. Pero no, no está bien que te quedes ahí, esperando a ver si alguien cambia de opinión sobre si quiere tenerte en su vida o no. Porque la verdad, vales tanto como para saber que la persona que te quiere en su vida no lo piensa dos veces.


Vales mucho como para esperar a que  le den las ganas de buscarte. Vales tanto, que si te dieras cuenta de tu valor, quedarías sorprendido con lo poquito que estás recibiendo.


Muchas personas no lo entenderán, no entenderán el dolor de perder a alguien que querías, de perderlo teniéndolo al frente de tus ojos, porque hay gente que se va mucho antes de despedirse.

Pero así es la vida a veces,a veces  tienen que pasar cosas como estas para que te des cuenta de que tú te tienes que dar tu valor, tu lugar. Y créeme que cuando lo hagas, te vas a sentir vivo, verdaderamente vivo.





miércoles, 4 de abril de 2018

COMO TODO EN LA VIDA.

Como todo en esta vida, el destino nos pone una copa del mejor vino delante alguna vez, a veces no es una copa y se muestra explendido, regalándonos una botella entera.

Como todo en esta vida, lo mejor siempre ocurre cuando no lo buscamos, en el momento mas poco oportuno, cuando no lo quieres, cuando no estás preparado para dar ese trago, cuando ''te estás quitando'' incluso en alcoholicos anónimos.

En el peor de los momentos, cuando estás cerrado, cuando no tienes sed y aún te dura la resaca del ultimo brick de Don Simón.

Pero ocurre, como todo en esta vida, y quizas te pille con una Coca Cola Zero ennla mano, con su mucho de hielo y su justo de limón, o con un copazo de gin tonic fashion con muchas chorradas dentro para parecer algo especial y disimular que la ginebra es de garrafón.

O peor aún, te pilla con un vaso roto y vacio en las manos, manos heridas por el cristal....y debes decidir.

No sabes que tal será ese vino, si te gustará, si tendrá un buen maridaje con todas esas cosas que piensas tener en tu vida desde ahora mismo en adelante, si es para el pescado de tus planes futuros o para la carne de caza de tus ilusiones por venir...pero ahi está, esperando, oxidandose poco a poco y llegará un momento en el que empiece a perder propiedades, en el que no llene de terciopelo nuestras papilas gustativas a cada sorbo que le demos, como pasa con la vida, que nos pierde gas y llega un momento que no chispea en.nuestra boca al bebernosla a sorbos grandes.

Como todo en la vida solo se trata de una elección, de un instante de valentía y decisión, que nos puede sacar de la sangria peleona y convertirnos en sommeliers de la vida.

SIN CAUSALIDAD.

“No hay casualidades sino destinos. No se encuentra sino lo que se busca, y se busca lo que en cierto modo está escondido en lo más profundo y oscuro de nuestro corazón... Razón por la cual parece como que uno termina por encontrarse al final con las personas que debe encontrar."
("Sobre héroes y tumbas", Ernesto Sábato)

Robado.

DE NUEVO AL CAMINO.

Hoy vuelvo a los caminos, a pasear mi armadura a lomos de mi corcel, con la espada al cinto y mi escudo colgando de mi espalda.

Volvemos a los caminos, a recitar, cual juglares, versos a la luna al calor de un fuego nocturno que caliente estos viejos huesos.

Andaremos los caminos, lucharemos batallas, pelearemos en tabernas, amaremos en graneros y cazaremos dragones o moriremos en el intento.

Y por supuesto, rescataremos princesas que nunca llegarán a ser reinas de nuestro castillo ni querrán ocupar ningún trono a nuestro lado.

DE LA PALABRA AL HECHO.

Decimos Te Quiero cuando la sangre nos burbujéa al ver ciertas sonrisas, cuando te pierdes por lunares estratégicamente diseminados sobre pieles que adoramos surfear sobre tablas de versos surgidas de nuestras huellas digitales.

Decimos Te Quiero cuando el calor de unas manos sobre las nuestras enciende nuestro interior y hace arder toda la paja desparramada en otros graneros anteriores, cuando basta imaginar acercarse a quien pone luz a nuestros dias nublados para querer saltar en cada charco que puedas crear tan solo por el placer de quedar manchado de su barro.

Decimos Te Quiero, porque nos nace, porque es como el aire que lucha por salir de nuestros pulmones cuando estamos a 3 metros por debajo del nivel del mar.

Y si, decimos Te Quiero, lo decimos sin tener en cuenta que eso, el Te Quiero mas tarde o mucho menos tarde tendremos que demostrarlo, tendremos que entregar algo de nosotros mismos, sin tener la certeza de volver a recuperarlo y mucho menos que nos paguen intereses de demora.

Lo decimos, porque es facil hacerlo, decirlo, no querer; lo decimos aunque a veces cueste Dios y ayuda dejarlo salir por primera vez, aunque sean dos palabras que te queman dentro por sus ganas por salir pero que te empeñas en mantener cautivas ahi, en ese nudo en la garganta que el miedo nos crea.

Las pronunciamos, esas dos palabras tan dulces y malditas a la vez, las decimos pero cuesta demostrarlo, cuando llega el momento y debemos pasar de las palabras llenas a los hechos vacíos, vacíos de egoismo, vacíos de miedos, vacios de todas esos demonios que nos clavan los pies al suelo y nos invitan a retroceder en nuestra vida, para que no seamos capaces de demostrar que si, que realmente queremos, queremos ser felices agarrados con todas nuestras fuerzas a una mano con la que nuestros dedos juegan cada vez que se deja agarrar.

Cuesta pero hay que hacerlo, da miedo pero vale la pena, vale la alegria, vale las lagrimas tras la risa y hacerlo seca las que surgieron por dolor.

Y llega ese momento, el de dejar de decirlo y tener que demostrarlo, que las palabras se las lleva el viento pero hechos son amores, llega el momento de pasar de la palabra al hecho y tu alrededor se mueve en slow motion mientras tu cabeza gira en una direccion y tu corazón centrifuga en la contraria, llega ese momento y.....

Y...entonces demuestras realmente si quieres o solo buscas ser el foco del amor de otro.

domingo, 1 de abril de 2018

NAUFRAGA 2

Cuando el brazo ya le dolió suficiente de tenerlo extendido, esperando que ella cogiese su mano tras soltar el minúsculo tablón, le dijo:

No piensas coger mi mano, verdad? Vas a quedarte ahi, agarrada a ese tabloncillo hasta que desaparezca, hasta que las astillas en las que se esta convirtiendo se te claven y esas heridas se infecten, no?

Ella lo miró callada, con los labios y los ojos temblando, como pensando que decirle sin provocar una tormenta con olas de culpa y dolor, una tormenta que pudiese ahogarlos a ambos, pero no dijo ni una palabra.

Él, que ya habia vivido muchas tormentas, muchos naufragios y que algo sabía de tablones que no salvan, la miró serio, con una seriedad que ella no habia conocido jamás, serena y tranquila, una seriedad acompañada de algo que para ella si que era completamente desconocido, unos ojos que habian cambiado el blanco por decepcion y el castaño alrededor de las pupilas por un nuevo color, color dolor.

Él la miró así y sus labios desaparecieron de su boca como sus hoyuelos de sus mejillas al mismo tiempo que le decía:

Me voy Cangrejita Náufraga, me voy porque no puedo permanecer más aquí, porque la tormenta se avecina y no puedo arriesgarme a quedar empapado y a la deriva una vez más, no puedo perder mis remos y que las olas jueguen conmigo cruelmente, y no, no puedo dejarte subir a mi barca sin que sueltes ese intento de tablón, pues acabará haciendo un agujero en el casco de mi barca y...acabaré ahogado porque para nadar hasta una nueva playa si que no me quedan fuerzas ni ilusion.
Te lo digo por última vez, suéltate de ese trozo de madera y sube a mi barca, coge mi mano y...quédate conmigo y no te vayas nunca.

Estiró de nuevo su mano derecha mientras con la otra apretaba la empuñadura del remo con tal fuerza que sus dedos inquietos hacían ruido; lo. hizo en un último y desesperado intento por que ella se agarrase con fuerza.

Ella miró esas manos, curtidas, con callos de remar durante muchos años, pero reconoció en ellas la suavidad con la que sabía que la acariciarían si les daba la oportunidad de pasear por su piel, por su pelo y por su alma.

A pesar de ello, de las ganas locas por subir, de saber que en ningun lugar del mundo estaria mas a salvo, mas seca y mas mojada a la vez que apoyada en su pecho y entre esos brazos tatuados contestó:
No, me es imposible soltar este tablón y no sé por qué, quizas por todo el tiempo que llevo agarrada a él, por todo el esfuerzo que he puesto durante estos cinco años transcurridos tras el naufragio, quizas porque aún me quede una última esperanza de arrastrarlo a mi playa soñada y a sabiendas de que no va a dar el tamaño para hacer una puerta que proteja mi hogar, no sé, quizas dé para hacer una mesa, bueno, una mesa pequeña, la verdad, o una silla, quizás un taburete o también puede ser que no me sirva para nada; es algo que tengo que meditar.

''No hay tiempo, no tienes tiempo, no tengo tiempo, no puedo quedarme aqui mirando pasar ese tiempo'' le dijo él.

''Tengo que hacerlo'', contestó ella de esa manera tan cabezota y cangrejil que tenia de dar pasos atrás.

''Te estas ahogando, ese tablón se deshace y vas a ahogarte con el'' insistió él sin apenas esperanza de que ella recuperase la cordura.

''Vete, márchate por favor, no puedo ni quiero pedirte que estés esperando a que decida que hacer, nunca me he visto en esta situación y la verdad, no tengo ni idea de como gestionarlo'', dijo ella poniendo punto y final a esa conversación.

Él, la miro con tristeza por última vez, y armado de impotencia, se giró y comenzó a remar alejándose, sin virar la cabeza para mirar atrás, por no sentir la tentación de quedarse mas tiempo y sobre todo para evitar que ella viese que la humedad que se acumulaba en sus ojos se habia condensado y temblaba intentando evitar rodar por sus mejillas.

Ella, se quedó alli, agarrada a su ridiculo tablón, viendolo alejarse, cada vez mas rápido, pensando que si decidía subir a esa barca no tenía mas que silbar, o dar unas brazadas enérgicas para acercarse hasta donde el hubiese llegado, que lo lograría sin problema que lo encontraría en aquellos mares en los que él solía remar a diario, como si fuese tan sencillo como buscarlo entre trenes.

Y se equivocaba, él no escucharia su silbido si se alejaba un poco más, ya que iba escuchando la musica que había sido la banda sonora de ''eso'' que tuvieron, ni nadando podria llegar hasta donde el estuviese y acabaría allí, a la deriva otra vez, rezando porque llegase algún tablón antes de que las frias aguas la cubriesen al tirar de ella hasta el fondo del mar...y se ahogase.