lunes, 30 de abril de 2018

CERRAR ETAPAS.

Llega en esta vida el momento de cerrar etapas o al menos de dejarlas apartadas, de pasar página.

Tanto en el ámbito laboral como en el personal, cierras puertas cuando otras se abren, cierras puertas cuando no hay más remedio, cierras puertas cuando tienes que saltar por la ventana y también cierras puertas para esperar, para quedarte dentro, cierras puertas sin saber si volverán a abrirse algún día, si alguien las tirará abajo o si quizás, tengas que abrir un hueco en la pared e inventar una puerta nueva.

Pasa el tiempo, a veces más y a veces menos, y tienes que tomar decisiones, tomar caminos nuevos, tomarte un tiempo o un descanso y a veces también simplemente tomar aire y una cerveza al sol.

Hagas lo que hagas, que sea siempre para no parar de caminar, para no parar de dar pasos  siempre adelante, nunca marcha atrás, que somos personas, no cangrejos, así que caminamos para no morir de cobardía, sin retroceder, sin rendirnos; andamos a pasos, grandes o minúsculos, a veces hasta tenemos que arrastrarnos cuando estamos muy jodidos, pero nunca nos paramos porque si no moririamos y nunca damos marcha atrás porque eso sería un suicidio.

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