Cuando hay sentimientos,
aunque estos no se hayan dejado salir,
aunque no se hayan materializado en una relacion amorosa,
aunque no se hayan dejado salir por la boca tomando forma en un "te quiero a ti, a mi lado, para siempre",
Zaunque no hay pasado nada de todo esto y ni siquiera se hayan juntado los labios en un beso,
los hombres y las mujeres, abrazan distinto.
Ella tienden a abrazar poniendo los brazos por encima de los de él,
agarrandose a su cuello y sus hombros,
pareciendo que cuelga de su cuerpo,
de su alma,
como queriendo que él la lleve en brazos,
la levante del suelo de la realidad y la proteja.
Por contra, cuando hay sentimientos,
él se abrazará a su cintura con una mano y con la otra,
subiendo su mano por debajo del brazo de ella,
la posará sobre su nuca, atrayéndola hacia él,
con un gesto de protección y de cariño al mismo tiempo, intentando que ese abrazo condense todo aquello que siente por esa menuda mujer que cuelga de su cuello.
Y eso es lo que aparenta,
aunque a veces no sea así.
Y es que generalmente, son ellas quienes nos protegen a los hombres,
quienes símplemente cuelgan de nuestro cuello para que nos sintamos mas fuertes,
más necesarios,
Nos mantienen con los pies en el suelo cuando este tiembla bajo ellos,
cada vez que las abrazamos.
Y nosotros,
lejos de querer protegerlas, simplemente nos agarramos a su cintura como cualquier náufrago lo hace a su tabla de salvación,
al igual que nos agarramos a su nuca por el simple hecho de mantener su boca cerca de nuestro cuello
y sentir que su aliento nos da calor y vida.
Si, abrazanos distinto, al igual que besamos distinto, reimos distinto y amamos distinto aunque las cosas no siempre sean como parecen.
