viernes, 11 de agosto de 2017

INSOMNIO.

El calor sofocante no ayuda.

El fresco del alba tampoco.

Me despierto de repente como buscando una excusa.

Miro la hora y maldigo lo poco que voy a poder descansar, porque en ese mismo momento, te metes de nuevo en mi cabeza.

Y le doy vueltas y vueltas a todo.

Repaso mentalmente una por una tus fotos y las nuestras.

Recito de memoria todas las  frases cariñosas que me dijiste.

Todas las notas de amor que me dedicaste.

Y sigo pensándote mientras me desvelo.

Te pienso y me gusta hacerlo.

Aunque tu recuerdo deje un poso amargo en el fondo del vaso.

Te pienso y querría tenerte a mi lado en la cama.

Y no importaría ni el calor, ni el frio.

Solo me desvelaría con gusto para verte dormir sonriendo.

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