SIN MIEDOS.

Imagina que no tuvieses miedos, que no dejaras que manejaran tu vida, esa vida que más que tuya es suya.

Imagina lo bonito que sería hacer exactamente lo que quieres hacer, lo que te apetece, ir a ese sitio a donde te empuja el corazón, reír cuando quieres, gritar cuando te nace, llorar sin importar que te vean, amar cuando y a quien quieras amar.

Tú, sin tus miedos.

Sin que te aten sus cadenas, sin que les des el poder de ser por ti y tú simplemente no ser.

Sin que te frene una montaña de estupideces, de malos recuerdos y experiencias, de dudas que ambos sabemos que no son dudas, son excusas para no hacer lo que hacen los valientes...vivir.

Imagina lo que sería levantarte y ser libre, simplemente libre de marcar tu propio camino, de arriesgar, de salir de ese agujero oscuro, por muy bonito que lo tengas decorado; de abrir la boca y sentir que los pulmones se te llenan de aire fresco, sin nada que los oprima, como un globo de día de cumpleaños.

Imagina que coges todos tus miedos y los matas, los asesinas, los tiras a un agujero muy profundo y los cubres de kilos y kilos de tierra, de tierra de tu decisión y valentía, para que nunca pueda nadie desenterrarlos, ni siquiera tú, para que si algún día resucitan no puedan escapar y salir a la superficie de nuevo.

Imagina que ya no tienes que rendirte a ellos, fingir, imagina que no eres bipolar emocional, ni viven en ti dos personas distintas, la que yo conozco y la que más que odiar me da pena; imagina que todas tus sonrisas son siempre de verdad y que ellos, tus miedos, no te obligan a poner una falsa, para cubrir las apariencias.

Imagina que eres tú una mañana, solamente tú con tus deseos, tus ganas de vivir, tus ilusiones, tus sentimientos, tus ganas de amar y tu valentía para hacerlo.

Imagina que esa mañana eres libre de ellos, para siempre jamás.