-Hola, que tal?
+Nos conocemos?
-No, pero me gustaría, el número del chupito de Brandy me ha parecido prometedor.
+Vale, soy...
-No, no, no, no, no quiero saber como te llamas.
+Y por qué?
- Porque no quiero llamarte como te llaman los demás.
+Por qué?
-Porque te quiero poner un nombre que signifique algo para mi, uno que solo conozca yo y que solo use yo y tu harás lo mismo conmigo.
+Buscarte un nombre?
-Si, pero no ahora, cuando nos conozcamos mejor. Crees que estoy loca?
+Estás loca?
-Quizás...qué mas da?
+Encantado de conocerte, te llames como te llames.
Y él, se levanto a darle los dos besos de rigor y cortesía.
-No, no, no, dos besos no.
+Claro que no, como se me ocurre...
-No me gusta besar por besar; alguna pregunta?
+Si, pero te van a decepcionar, son un poco tópicas.
-Eso es halagador.
+Hacer preguntas tópicas?
-No, que acabemos de conocernos y te preocupe decepcionarme.
+Es que la primera pregunta es tan obvia que casi prefiero que te la hagas tu misma.
-Y si lo que me pregunto no es lo mismo que ibas a preguntarme tu?
+Seguro que si, ya verás.
-Vale, pero la respondes tu.
+Trato hecho, podemos darnos la mano?
-Si, porque significa algo.
-Hago esto a menudo?
+El que?
-Entrarle así a desconocidos.
+A veces, cuando ves a alguien interesante.
-Por qué tu?
+Por qué yo?
-Por qué te he entrado a ti?
+Porque me consideras interesante no se por qué razón?
-Por que razón?
+Eso contéstalo tú.
-Te gustan los parques?
+No voy mucho, pero si.
-Me encanta ir a los parques y ver a los niños jugar, de repente un niño se acerca a otro, sin conocerse de nada y simplemente le dice ¿jugamos? y se ponen a jugar; no sé, cuando te vi pensé que querrías jugar conmigo...¿jugamos??
+Vale.
-Genial!!
+A que jugamos?
- Eso es lo que nos diferencia de los niños, ellos quieren saber a que están jugando, pero tu y yo vamos a descubrirlo mientras jugamos.
+Cuanto va a durar el juego?
-Hasta que nos aburramos...
+Hay reglas?
-Si, hay reglas.....
Y a partir de aqui, ellos pusieron sus normas, ella hizo su lista:
-No quiero hombres malos en mi vida.
-Quiero tener mi libertad.
-Cocinarás siempre tú.
-Visto y me arreglo como quiero.
-No quiero celos.
-Amarás a las misma personilla que yo amo.
-Me harás el amor todas las mañanas antes de irme a trabajar.
-Nunca me faltes el respeto.
-Lo mío es mío y lo tuyo es tuyo.
-Quiero una R.
-A ti te gusta ir poco a poco, a mi no, no me gusta perder el tiempo, no quiero dar rodeos, ni silencios incómodos, así que si te pregunto algo me respondes en el acto.
+Alguna norma más??
-Si, pase lo que pase...no te enamores de mi.
+Es peligroso?
-Si, mucho.
+Para mi o para ti?
Y ella desapareció rápida, aunque mientras se marchaba él tambien le dio tres reglas que ella debía cumplir:
+No me mientas.
+No juegues con mis sentimientos.
+No me hagas daño.
Y ella aceptó sus reglas al igual que el aceptó las suyas.
+Pero...se supone que la idea es que nos vamos a volver a ver?
-Es la idea...
+Y como quedaremos?
-Hablando, tal día, tal hora, tal sitio; es un método que lleva funcionando siglos, no tiene por qué fallar ahora.
....Y hablaron, y quedaron, en definitiva, jugaron.
Y jugando, jugando se contaron sus pasados, sus ilusiones, sus necesidades, se mostraron sus cicatrices e incluso intentaron curarse heridas que aún sangraban.
Se besaron y cosieron sus almas con hilos de besos y esperanza y cuando ya se conocieron mas, el le puso un nombre: Hada Chalada de los Sueños.
Ella, por su parte, como era volátil y cambiante, prefería no llamarlo solo por un nombre y según le apetecía lo llamaba Amor, Corazón, Cariño, Mi vida e incluso a veces Tontucio y Estúpido, pero siempre con el mismo amor con el que miraba a sus ojos y con la misma dulzura con la que le hablaba y tocaba. Aunque nunca se lo.dijo, para ella el era tambien su Duende Chiflado de los Sueños...aunque nunca se lo dijo.
Y rompieron una sola regla, se enamoraron el uno del otro, mucho, si acaso el amor se puede medir, algo altamente improbable, mejor es decir que se amaron ''como'' como solo ellos sabían amarse y se dijeron 'te quieros'' de los que no son vacíos, de los que salen de mas adentro del corazon y ponen el vello de punta.
Y se fueron viendo, se fueron dejando notas, mensajes, globos mágicos llenos de amor, rosas que se quedan pochas por el calor de un viaje pero que al regarlas con amor despliegan toda su belleza, él confesó que las montañas rusas le producían respeto y ella...ella vivía en una de ellas y aunque no eran ninguno de los dos precisamente perfectos, las imperfecciones de ella lo volvían completamente loco, loco de alegria, loco de amor, sobre todo cuando ella dejaba salir esa niña feliz que llevaba escondida en su interior.
Pero no todo es perfecto y un buen día...mejor dicho, un mal día, salieron todos los fantasmas de su pasado, en ella sus ex y personas que le hicieron daño y en el...en el, alguien que había sido y que estaba enterrando, alguien que derramó una sombra de oscuridad y tapó todo lo bueno que le había dado y a pesar de que se habían hecho el amor en un parque mientras un chico tocaba la guitarra y una chica les cantaba una canción rollo Aretha Franklin, ella, el Hada Chalada de los Sueños, decidió apartarse o mejor dicho, apartarlo de su vida, por miedos, por miedo a no saber quererlo, por miedo a que él fuese solamente una fachada y en su interior igual al resto, igual a todo lo que le había hecho daño, por mas que el se empeñaba en demostrarle que él no era como ella pensaba y que ella no era como ella misma pensaba, no se pudo salvar el juego, al final el juego llegó a su fin, como dos niños que tienen que dejar de jugar porque sus madres les hacen volver a casa y no pueden hacer nada porque son obligados a separarse y sobre todo...dejar de jugar.
Les faltó el videoclip, y se echarían de menos cada vez que ambos brindasen por sus amantes y el no pudo cerrar su maleta porque tenía demasiadas cosas dentro.
Y nunca volvieron a verse, aunque no es raro que duendes y hadas se encuentren en sueños.
En un mundo perfecto, se volverían encontrar cierto tiempo después, tal vez después del verano ella volviese a el, quizás se vieran en un café mientras ella lee un libro y el se acercaría, se sentaría a su lado y le diría ''te quiero, te quiero''...dos veces y es que su historia debería haber seguido siendo escrita en lugar de haber pensado tanto en el final del libro, haber seguido escribiendo, pero sin reglas.
Bueno, si, solo un par de reglas, que el cocinase siempre y que ella no le hiciese daño jamás.
FIN.
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