Llevo toda mi vida, demasiados años o pocos, depende quien los mire, peleando sin parar, desde niño.
He peleado por un juguete, por mis hermanos, por orgullo, por ideales, por mujeres, porque si, por placer, por mi país, por mi gente, por mis colores, por mis hermanos.
He peleado por mi orgullo, por mi amor propio, por justicia, por equivocación, por estúpido, por trabajo, por mis compañeros por rabia, por mi vida, por mi familia, por mi hijo, por dinero, y la mas grande de las peleas, la mas cruda, la mas peleada, en la que mas me he dejado la piel, la que mas cicatrices me ha dejado, la que mas me ha hecho sangrar, la única que siempre he perdido...he peleado por amor.
He peleado con mis hermanos, mis primos, mis compañeros de colegio, con los niños del barrio, con desconocidos, con amigos, con vecinos, con mala gente, con buena gente, con la mentira, con la verdad, con mujeres que me amaron, con.mujeres a las que amé, con mis padres, he peleado con todo el mundo y por pelear, he peleado hasta conmigo mismo.
Y aqui sigo, de pie, aunque a veces me fallen las piernas, aunque a veces no pueda evitar llorar de tanto dolor, aunque a veces la sangre que brota de mi nariz no me deje respirar y las cejas abiertas te hagan ver borroso, aunque cada golpe que pegues duela porque tus nudillos estén destrozados de tanto pegar una y otra vez; si, aqui estoy, peleando todavía y pienso seguir haciéndolo, hasta el final, hasta que un día la campana suene y no haya tenido fuerzas para levantarme, hasta que un día la derrota sea definitiva.
Esta pelea de ahora mismo, no la voy a dar por vencida, porque nací luchador y luchador moriré y orgulloso estaré de si pierdo haberlo hecho con los puños en alto y los dientes apretados.
Empieza el siguiente asalto, puños en alto y en guardia.
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