miércoles, 26 de julio de 2017

CADA DÍA.

Te miro cada mañana, cuando separas tu cuerpo del mío con un beso y te levantas de nuestra cama.

Te miro mientras sales de la ducha envuelta en una toalla gruesa, con el pelo húmedo a un lado de tu cuello y la nuca descubierta y al verte siento deseos de incorporarme y besártela, aunque decido continuar tumbado y seguir disfrutando de ese enorme placer que es mirarte.

Comienzas a vestirte, eligiendo con cuidado cada prenda, desde la ropa interior de encaje negro que te regalé hace una semana por impulso hasta esos zapatos que se te antojaron por Navidad; todo perfectamente escogido para que combine y realce aún más tu indudable belleza.

Disfruto del espectáculo que supone un striptease en camara atrás, mientras  una sonrisa se te dibuja en la boca al saberte observada, admirada y disfrutada.

Detienes un momento el ritual de vestirte, te giras de medio lado y con una sonrisa amplia y los ojos chispeando pícaramente preguntas:
-Que se supone que estas mirando?
-A ti, obviamente.
-Y por lo visto, te gusta lo que miras si pones esa cara de pillo...
-No me gusta, me encanta, toda tu me encantas, pero con muchas Ssss...pero sigue arreglándote o llegaras tarde a la oficina.

Se te escapa una risa tenue y juguetona mientras mueves la cabeza de lado a lado para luego encoger los hombros como solo tu sabes hacer y sigues con el ritual de poner capas de tela sobre esa piel que adoro.

Te abrochas la correa de los zapatos de tacón, te incorporas de pie y estiras tu ropa mientras te miras al espejo, sublime, como cada mañana, al mismo tiempo que en tu cara se dibuja un gesto de aprobación por el resultado.

Te das la vuelta, estiras los brazos a los lados para mostrarte y preguntas:
-Estoy lo bastante guapa hoy?

Te miro serio de arriba a abajo, vuelvo a mirar y contesto:
-Como cada día, pero ven, te falta un detalle.

Te acercas más a la cama y te hago un gesto para que te sientes, que tu confundes con ponerte de rodillas sobre el colchón; me reincorporo en la cama, sentado, levanto una mano, la deslizo por tu pelo como.si fuese a arreglar algún detalle hasta llegar a esa nuca que es mi perdición, te cojo con fuerza pero delicadamente y acerco nuestros cuerpos hasta que nuestras bocas se funden en un largo, tierno, pasional y húmedo beso, sin miedo a estropear el maquillaje, porque la belleza natural no necesita de chapa y pintura para lucir.

Nuestros cuerpos se acercan más aún y de un tirón te meto bajo las sábanas al tiempo que me dices:

-Pero que haces, estas loco?

+Claro que sí, loco por ti, desde el primer día en que te vi y para siempre.

-No seas tontucio y hazme el favor!!!

+Tranquila, a eso voy, a hacernos un favor mutuo.

Contesto mientras mis manos corren para desnudarte sin dejar de besarte y parándome a mirarte a los ojos te digo:

+Al final tenía yo razón, vas a llegar tarde a la oficina...como cada día.

Y entre ternura, risas y mucha pasión, nos hacemos el amor, como cada mañana de cada día.

No hay comentarios: