martes, 19 de junio de 2018

SOBRE LA PERFECCIÓN Y SU INEVITABLE FALTA.

Decía yo hace no mucho tiempo, que normalmente las cosas que más amamos suelen ser imperfectas...y hoy me reafirmo, pienso repetirmelo a diario para no olvidar algo tan importante.

Y es que este que escribe se pasó su juventud (si, no pongas esa cara, yo también fui joven una vez) buscando la perfección, exigiendola sin más ; exigiendola en mi familia, en mis parejas, en el trabajo, en mi mismo y no, eso no es de ser perfeccionista, es de ser gilipollas y muy estúpido.

Porque hay que ser estúpido para pretender la perfección en todo lo que te rodea, perder el tiempo de esa manera y lo que es peor, sin aceptar que tu mismo no eres perfecto.

Y así fui infeliz, por frustrarme y lo peor, lo hacía causando dolor a mi alrededor.

Rompí relaciones con mujeres espectaculares porque no eran perfectas, exigi a mi hijo una perfección que yo no era capaz de aportar como padre., dediqué horas y no poco esfuerzo en hacer un trabajo perfecto y exigía a los de mi alrededor que actuarán igual, no acepté la imperfección de mi familia, etc, etc.

Y llega un día en que maduras, así, como de repente, un día en que la vida te da una lección de humildad y te enseña de golpe que lo más imperfecto de tu vida eres precisamente tú, que de perfecto no tienes absolutamente nada, y que ese listón que aplicas tan a rajatabla, debes bajarlo a un nivel tan mínimo como el que tú tienes.

Pero cosas de la vida, un día te enamoras como jamás lo hiciste (eh, tú, sabes que es de ti, así que deja de mirar atrás para hacerte la disimulada, que sé que estás leyendo esto) y te das cuenta que amas hasta sus imperfecciones y que aunque vuestro amor no es perfecto, sientes y sabes que es imperfectamente perfecto para ti.

Y con eso acabas de ver claras muchas cosas, porque al final de la jugada resulta que no somos perfectos, que tenemos vidas imperfectas, hijos imperfectos, cuerpos imperfectos, amamos mujeres imperfectas con las que compartimos amores imperfectos, tenemos mascotas que no son perfectas pero queremos con toda nuestra alma, tenemos trabajos imperfectos que no desarrollamos perfectamente, montamos motos imperfectas que son parte nuestra.

Al final, resulta que es la imperfección la que nos saca una sonrisa, toda nuestra ternura, nos enciende de felicidad, nos hace vibrar, nos eleva del suelo y llena el alma.

Imperfection is life....coming soon.

No hay comentarios: