martes, 26 de junio de 2018

PONGA UNA LOCA EN SU VIDA.

Caballero, ponga una loca en su vida.

Ponga una loca en su vida y no le defraudará, porque el día que lo haga ya no querrá oír hablar de cordura.

Ponga una loca en su vida, una loca de esas que se levanta con música y se acuesta con música, que canta en la ducha, que baila en la cocina, que manda canciones tiernas que le hablan de usted.

Ponga una loca en su vida, de esas que son todo impulso, aunque esos impulsos vayan a poner su vida patas arriba, la suya y la de usted.

Ponga una loca en su vida, de esas que sonríe al mirarte y sentir que le haces bien, de esas que tocan mucho y dan pocos besos, pero que cuando los dan....no hay besos mejores que esos.

Ponga una loca en su vida, que no sepa donde estará mañana, que le haga tener siempre una mochila preparada por si tiene que salir detrás de ella a cualquier punto del planeta porque alejarse mucho de ella, muchos kilómetros, mucho tiempo, es imposible.

A ser posible que sea una loca divertida, que grite, que ponga caras y haga muecas, que baile a su ritmo y no siga los mismos pasos que el resto de la clase; una de esas que cambie su pelo cuando quiera cambiarlo todo.

Ponga en su vida una loca que suspire y ría en la cama, que no folle, que le haga el amor, que clave sus uñas en su cuerpo, que bese cada centímetro de su piel, que sea la pasión más tierna que jamás haya podido probar, que ponga la misma pasión en morderle que en acurrucarse entre sus brazos después del amor.

Póngala, ponga esa loca en su vida, de esas que solo saben amar si es locamente, que ríen locamente, que tienen ataques de locura en forma de abrazos increiblemente intensos que duran segundos y quisieras que fueran eternos, una loca que no tome medicación y explote en gritos de "te quiero" y cuyo único remedio para calmarse sea una camisa de fuerza en forma de tu cuerpo.

Ponga una loca, su loca, no la mía; búsquese usted su loca, que a esta la quiero para mi, a mi lado, de mi mano, entre mis brazos, junto a mi cuerpo, para mis ojos, para sus manos; póngala y deje que se meta en su cabeza y empezará a tener usted también síntomas de locura, esa dulce y bendita locura que no nos deja ser de color gris, sea un loco igual que ella y viva locamente, tal cual vivo ahora yo.

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