jueves, 30 de agosto de 2018

EN CASO DE AMOR O MUERTE.

-Enfermera, dígame que diagnóstico tenemos.

+Varón, de una edad indeterminada, su ficha médica apunta una fecha de nacimiento pero debe ser un error, dado el estado de su cuerpo y la fuerza de su espíritu.
Presenta un cuadro de déficit severo de amor, una grave falta de cariño y un índice en sangre muy alto de añoranza.

-Es preocupante enfermera, bastante preocupante.

+Si doctor, y por las cicatrices que  presenta, parece ser que no es la primera vez que se encuentra aquejado de este mal.

-Desde luego tenemos que actuar rápido y con un tratamiento de choque, porque además de estar tan débil, por todas las veces que se ha visto en este estado quizás no pueda recuperarse y lo que es seguro es que si logra sobrevivir, no podrá superar otro ataque como este; me temo que su corazón ha llegado a ese límite en que un daño más lo rompe y lo convierte en una piedra inmóvil.

+Que tratamiento debemos aplicar entonces?

-Pues una dosis justa de abrazos.

+Se curará con abrazos?

-Seguramente baste con uno, pero debe contener una dosis alta de amor; solo tenemos un problema y es que necesitamos una donante compatible, no sirve cualquiera.
La donante debe ser totalmente compatible, alguien que debe tener un corazón del mismo tamaño y sobre todo debe latir al mismo compás, al mismo ritmo. Sus brazos deben tener las mismas ganas de cerrarse sobre su cuerpo y las mismas pocas ganas de dejarlo escapar; debe querer hacer ese abrazo infinito, que dure para siempre, que nunca llegue a su fin, que sienta que ha tenido tanta suerte encontrandolo que perderlo sería algo sin sentido. Debe ser capaz de abrazar de tal manera que sus corazones se junten en uno solo, que el calor que emane de él quite el frío de inviernos pasados en los que las nubes siempre tapaban el sol; debe ser un abrazo que sane daños anteriormente sufridos y convierta en cicatrices cualquiera de las heridas del pasado que sigan sangrando aún. Debe ser capaz de dar un abrazo de amor, de esos que detienen las agujas del reloj, que hacen que en ese momento sólo existan en el mundo esas dos personas abrazadas, que consigua que esconder la cara en ese hueco entre la clavícula y el cuello haga que la palabra seguridad tenga sentido pleno.
No, no sirve cualquier abrazo, no sirve cualquier donante, ambos, abrazo y donante deben ser especiales, mágicos, únicos, perfectos dentro de su imperfección, como el amor que vive en el acto de curar.

+Pues entonces doctor, creo que curar al paciente será imposible, va a ser muy dicifil encontrar la donante perfecta.

-Mire usted entre las pertenencias del paciente, pues normalmente, quien ya ha sufrido antes este mal, sabe donde está su sanadora, sabe dónde está la magia que le puede hacer sobrevivir al siguiente ataque.

+Déjeme que mire a ver....si, aquí tiene su teléfono móvil, miraré por si tuviese algún contacto marcado como tal...si, doctor, aquí hay un contacto marcado como  "llamar en caso de amor o muerte", pero es un prefijo del extranjero, de Luxemburgo para ser más exactos.

-Pues llame, llame cuanto antes porque no sabemos cuanto le queda y solo su abrazo puede salvarlo.

Abrazos que salvan en caso de amor o muerte.

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