SOMOS REHENES DE LO INMEDIATO Y LO FUGAZ.

La sociedad de consumo y el ''lo quiero ya'' el ''lo quiero todo'' se ha instalado en nuestros corazones y tratamos a las personas como meros articulos de consumo.

Nos han vendido que podemos tenerlo todo y lo hemos comprado para aplicarlo hasta al amor.

Nos han estafado.

Eso, ya, ahora, barato, sin permanencia, si no está satisfecho le devolvemos su dinero, solo con su nómina, sin avales...

Y hemos sido tan tontucios, tan cómodos, tan ingenuos y egoistas que les hemos comprado la idea, tan estúpidos que hemos caido en su trampa.

Lo hemos hecho sin darnos cuenta de que el amor no tiene garantia de por vida si no le hacemos una revisión a diario.

De que las noches de amor baratas acaban saliendo caras.

De que un ''eres el amor de mi vida'' si tiene compromiso de permanencia y que cambiar de compañía a veces está motivado por una oferta con letra pequeña al firmar el contrato.

De que cuando nos.dan un corazón o abrimos las.puertas de nuestra alma y nuestra vida si hacen falta avales tales como el respeto, la sinceridad, y la dedicación.

De que al igual que es imposible mantener un cuerpo fitnes mientras te comes todos los dias un bocadillo de panceta regado de cerveza, no puedes tener una relación mientras vas de flor en flor y dejandose querer a diestro y siniestro...si eso es dejarse querer o mejor aun, quererse a si mismo.

De que no se puede amar a plazos, que los besos se dan al contado, que no se extienden cheques de caricias y que el corazón no se entrega a 30-60-90.

No hay creditos de amor con un TAE bajo, que debemos querer sin intereses ni comisiones de apertura.

Olvidamos que no debemos comerciar con los sentimientos como para ponerles precio, valor, medida; que no somos articulos, somos personas, algunos hasta somos sensibles y todo, no vivimos en escaparates y dormimos en estanterías de centro comercial.

Queremos historias de amor gourmet y acabamos atascando nuestras arterias con el colesterol del Fast Love con patatas de luxe.

Y luego vienen los embargos, las burbujas inmobiliarias del amor, los juguetes rotos al fondo del cajón y hoy lo hacemos nosotros sin tener en cuenta de que mañana lo sufriremos.

Somos rehenes de lo inmediato y lo fugaz.