COMENTARIOS DE UN TEXTO.

A las mujeres de mi vida que están solas.

Me parece terrible que siendo independiente, inteligente, divertida, empírica, sexualmente activa, cariñosa, generosa y resolutiva, te cueste tanto encontrar a alguien para compartir el camino.

Me entristece que los hombres y las mujeres se mueran de miedo cada vez que emites una opinión libre.

Que te digan que eres una neurótica por querer profundizar.

Que quieran domesticarte.

Traerte el pan con el sudor de su frente.

Cerrarte la boca con un cállate tonta.

De verdad que lo siento.

A mí me hubiera encantado poder también empotrarte para cuidarte en esa integridad que te mereces.

O ponerme una falda y dejar que fueras al grano y me metieras mano.

Nunca pudo ser.

Yo solo puedo abrazarte.

Y tú te has ido acostumbrando a estar sola.

A apretar la mandíbula cuando te duele,
a sonreír cuando quieres gritar,
a gritar cuando quieres follar,
a follar cuando quieres besar.

Te has ido cosificando en la imagen mental del resto que te ha dejado sin tobillos para llegar a casa como a la Cristina de Wyeth.

`No aguantas nada.

Maniática.

Frígida.

Calculadora.

Alcohólica de armas tomar´. 

Así es imposible regresar a casa.

Y yo solo puedo sentir que sigues confiando en la intensidad.

Que sigues insistiendo.

Vaya que si insististe.

Pero era un narcisista, o un sociópata, o mira no eres tú, soy yo, o no sabía que ese líquido que te corría por las mejillas se llamaban lágrimas, o estaba casada, o estaba quemado, o estaba de vuelta, o venía solo a lo que venía, o tenía un problemita, o bajó a por cien mil quinientas veinte cajas de tabaco, o nunca se aprendió el nombre de tu mejor amiga, ésa la del perro grande.

Joder, de aquellos polvos te vinieron estos lodos.

Te has acostumbrado a esa maldición que supone haber tomado las riendas de tu propia vida.

Dirás que no necesitas a nadie.

Que el hombre de tu vida, es tu hijo.

Que la mujer de tu vida, eres tú.

Que tienes a tus amigas de siempre. ¡Noche de chicas!

No es verdad.

Porque quién no escribió un poema huyendo de la soledad.

Porque tú mereces ser amada.

Por supuesto que sí.

Que alguien se preocupe un poquitito más por ti.

Y depender aunque sea por un segundo de alguien porque por supuesto que no puedes más.

Descansar todo ese peso.

Porque tú una vez fuiste una niña, no lo olvides.

Una niña con terremotos en el estómago.

Que ensayaba caras bonitas en el espejo para cuando bailaba delante de la persona que le gustaba.

Que se ponía roja.

Y luego vino todo lo demás.

Todo lo demás para que no creyeras en nada nunca más.

Hazlo, por favor.

Eso que sucede por encima de nosotros, de nuestras expectativas, es lo mismo que le sucede al aire cuando mueve una veleta o un alud o un pez asfixiándose en la tierra roja.

Eso es amor.

Tú eres una mujer hecha de amor.

Que se hizo a sí misma a golpe de decepciones.

Observando a otras mujeres.

Imperfectas y frágiles mujeres de barro.

Que lo merecieron todo.

Y que volvieron siempre a intentarlo una vez más.

COPIADO Y PEGADO.

Un texto cogido.prestado de Roy Galán, un tio que como se puede comprobar, escribe fantasticamente bien.

Un texto que bien podría haber escrito yo hace no mucho tiempo y que de hecho, algo tengo por ahí que se le parece mucho.

Un texto precioso pero que muchas veces colgamos o recitamos (o mejor dicho cuelgan y recitan) sin que se amolde a la realidad y sin estar dispuestos a renunciar (y yo pienso que no hay que renunciar a casi nada para lograr algo asi...) nada para conseguirlo, resultando al final mas una pose que otra cosa.

Si de verdad quieres algo así cógelo, si ya lo tienes, disfrútalo cuidalo, no lo dejes escapar y sobre todo, no lo tengas por seguro, no pienses que siempre estará ahi donde tu lo hayas dejado apartado, que seguro en esta vida no hay nada...te lo digo yo.