Si un dia nos encontramos, solo te pido que me mires a escondidas, que tus ojos y los mios no se encuentren para que el dolor no siga presente en mi vida.
El dia que nos crucemos, te agradecería que no me sonrias, que esos labios que tantas veces besé no hagan presa en mi alma al curvarse de ese modo que solo tú sabes hacer, que no me deslumbren esos blancos dientes por si mis piernas tiemblan de nuevo.
Ese dia en que quizas nos encontremos, no me abraces, no me toques, no te acerques, ni me cojas de la mano, que mi cuerpo ahora es de paja y seguro arde con la chispa de tus dedos, que ya apague los incendios que a tu paso por mi piel se desataron y aun me duelen las cicatrices que malcuraron.
Si llega el dia en que nuestros rumbos se cruzan, no me hables, no se te ocurra decirme que me quieres, que me has echado de menos, que te faltan mis mensajes, mis escritos, mi apoyo y mis desvelos, porque me rompo cada dia mirando tu foto en mi pantalla, parando mis dedos para no marcar tu número, para gritarte en texto lo que mi voz calla; no me hables y menos al oido , que caeran los muros que construí con malos recuerdos.
Si algun dia la casualidad nos junta en el mismo lugar, sobre todo sé tú, se rebelde y como sueles acostumbrar no hagas caso ni de lejos a todo esto que mi miedo te pide.
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