lunes, 4 de septiembre de 2017

POLVO DE HADAS.

Esta mañana he despertado en mi cama, sólo, como cada mañana desde que te fuiste.

He despertado y mi cuerpo estaba lleno de un polvo brillante, similar a fina purpurina.

Mis brazos, mi pecho y sobre todo mis manos brillaban en tonos dorados.

Y no entiendo el por qué.

No recuerdo haber hecho nada para despertar así.

Solo recuerdo haber soñado contigo.

Haber soñado que dormías a mi lado.

Que abrazaba tu cuerpo.

Que besaba tu espalda.

Que mi mano se agarraba a tu pecho.

Que mis dedos jugueteaban con tu pezón como solían hacerlo.

He soñado que me amabas, que te amaba, que nuestro amor ya no era hielo.

Que era fuego lento tornándose un incendio.

Que mis labios recorrían tu piel.

Que tu saliva cubría mi cuerpo.

Y no, no era sexo.

Eran sólo las ganas de meter todo este amor bien dentro tuyo.

Esta mañana me he despertado, solo, como desde el día en que te fuiste.

Y he sentido que en sueños me ha visitado un hada,

Un hada chalada de los sueños.

Y me ha cubierto el cuerpo con polvo mágico de sus alas.

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