miércoles, 11 de julio de 2018

ME IRÉ PARA NO VOLVER.

Un día me iré para no volver, no sé si cerca o lejos, pero no volveré.

Un día me iré y no volveré  me quedaré donde esté mi corazón, donde mis besos encuentren un puerto donde amarrar, donde mis ojos naden en el mar castaño e infinito de sus ojos.

Me iré, me iré y no pienso volver, plantaré la bandera de mi corazón en tierras extranjeras, cantaré himnos de países con su nombre, pediré el permiso de residencia para ser refugiado entre sus piernas.

No me esperéis, no lo hagáis porque no volveré, me quedaré donde ya no escuche el ruido de las calles, si no tan solo sus "te quiero" a todas horas, donde su risa sea la única música que suene en la radio y todo el mundo haga suyo ese acento sin igual.

No, no me harán volver, porque mi sitio está donde pueda acunar mi cabeza en el vientre de quien me ama, donde mi pecho pueda ser almohada para sus mejillas y mis dedos pueda salir de excursión por la selva de su pelo.

No, no pienso aceptar la extradición, no mandéis a nadie a buscarme, porque mi hogar es donde ella esté, donde la tenga a mano, donde pueda dormir abrazado a su cuerpo y no amanezca si la luz del alba no se refleja en su costado.

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