Erase una vez, una historia que empezó por el final y aprendieron a quererse con el corazón cosido.
Consiguieron quedarse y mirar sus cicatrices, aunque cualquiera habría salido corriendo.
En este cuento no había principio, porque lo inventaban en cada "te quiero".
Tenían hambre de palabras que crecen en la cintura; sed de estrellarse entre sábanas, de romperse contra flores blancas.
-Le dijo: Quédate.
Y se quedó, mientras sonaba esta canción...
https://youtu.be/WutxIbdi_u8
De esas cosas que ves y no puedes evitar robar, para disfrutarlas en la intimidad, para leerlas una y otra vez.
Es por eso que lo robé y lo pego aquí, para que quien quiera lo pueda disfrutar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario