viernes, 23 de marzo de 2018

PUEDE SER, QUIZAS OCURRA.

Puede ser, quizas ocurra que nuestros caminos se separen, que nuestros dedos no vuelvan a entrelazarse mientras caminamos, que nuestros labios no vuelvan a pasearse por estas bocas que juntamos tantas veces, que mis manos no se vuelvan a posar sobre esa tu piel, esa que me vuelve tan loco y que tu cabeza no vuelva a descansar sobre mi pecho húmedo de amor.

Puede ser, quizás ocurra que el fin de ''esto'' llegue algun día, que decidas que tus pasos te alejen de mi en lugar de llevarte ante mi puerta para aporrear mi corazón con la intención de que te deje entrar.

Si, puede ser, quizás ocurra que vueles lejos y alto, donde mis brazos no lleguen a alcanzarte, pero a pesar de ello, nada borrará todo lo vivido.

Nada podra borrar el placer de verme reflejado en el blanco de tus ojos, el infinito placer de perderme en lo negro de tus pupilas; lo extasiante de tocar una melodia en las teclas de piano que surgen en tu boca cuando sonríes al tenerme frente a ti, y que hagas los coros con esa risa imprevista que tanto me sorprendió en ese momento, en ese justo y precioso momento en que te abandonaste sobre el satén.

Puede ser, quizás ocurra, pero nada cortará ese hilo de luz y oro que juntó nuestros corazones y cosió nuestras almas, una junto a la otra, para que siguiesen unidas de por vida, aunque la distancia separe nuestros cuerpos y el futuro de nuestras vidas.

Puede ser, quizas ocurra que la vida traiga nuevas caras que mirar, nuevas manos que nos acaricien, pero nunca, jamás podrá ser ni quizas ocurra, que otros besos borren los que nos dimos ni separen nuestros cuerpos en nuestros abrazos, esos que traian paz y repartian calma.

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