NUNCA LO DEJES IR.

Cuando conoces al tipo que no te deja ir a la cama enojada y se queda sólo para solucionar el problema, no lo dejes ir.
No lo dejes ir si abre puertas y saca sillas y toma tu abrigo.

No lo dejes ir si es él que te demuestra que la caballerosidad no está muerta.

No lo dejes ir si se disculpa porque es lo suficientemente hombre como para saber que ha cometido un error.

No lo dejes ir si nunca deja de decirte que eres hermosa.

Cuando conoces al tipo que se esfuerza por estar a tu lado, incluso cuando estás siendo difícil, no lo dejes ir.

Cuando él te quiere en su futuro para que no aparezcas en el pasado, no lo dejes ir.

No lo dejes ir si no tiene miedo de mostrarte exactamente lo que siente, ya sea a través de acciones o gestos simplistas como tomar tu mano o acercarte para besarte la frente.

No lo dejes ir si es alguien en quien puedes confiar y nunca te defraudará.

No lo dejes ir si él es en quien no puedes dejar de pensar.
El que quieres hablar todo el tiempo.
El que echas de menos antes de irse ya que el tiempo que tienes llega a su fin.

No lo dejes ir si no teme admitir que te ama.

Porque buenos, honestos tipos, como estos existen, son raros y difíciles de encontrar, pero están por ahí.
Cuando conoces a un chico que te hace desear ser una mejor persona, más amable, más suave, más honesta, no lo dejes ir.
Porque tipos como estos son difíciles de encontrar. Valóralos, aprecialos, ámalos con todo lo que tienes.

Chicos como estos se aprovechan
.
Arruinamos a los buenos chicos y salimos corriendo detrás de los que te lastiman.

Pero cuando conoces a un chico como este, te enseña que el amor no es un juego donde tu corazón es el peón.
Te enseña que la honestidad y la vulnerabilidad no son una debilidad.
Te enseña que el cuidado está bien.
Entonces, cuando conozcas al tipo que es bueno, date cuenta de su valor.

Nunca lo dejes ir.

Robado a Ron Israel para abrir oidos.