Por la mañana, cada dia él se ponía una meta y es que la sonrisa de ella fuese perenne durante todo el dia.
Daba igual cual fuese el motivo por el que ella la perdía, pero él siempre se esforzaba en lograr la manera de que volviese a lucir en la cara de su amor, aunque fuese a cientos de kilometros, aunque fuese dificil o mas dificil aún el hacerlo a traves de un telefono o un teclado, hasta que no conseguía hacer que brotase esa sonrisa en su cara y sus ojos dejasen de estar tristes no paraba.
Como él solia decir: tonterias suyas.
Y es que para él, no salia el sol al amanecer si su sonrisa no lo hacia brillar y las estrellas apenas brillaban si no se veian reflejadas en esos preciosos ojos castaños que lo tenían embrujado.
Tonterias suyas....
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