sábado, 14 de octubre de 2017

ABSOLUTE BEGINNER.

Él temblaba como una hoja al viento de primavera, temblaban sus manos, sus labios y su pecho, pero sobre todo le temblaba el corazon, le temblaba el alma mientras en su cabeza Bowie cantaba Absolute Beginners con una sonrisa de complicidad.

Y es que él, que no era precisamente inexperto en esto del amor y mucho menos en las derivaciones carnales que este tiene, se sentia así, completamente un principiante, ya que jamas había sentido así por nadie y jamas había sido tan crucial para él el hecho de desnudar a alguien y unir sus pieles con pegamento de besos y caricias.

Temblaba, como un adolescente inexperto, como un absoluto principiante...y se sentia feliz por ello.

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