martes, 30 de octubre de 2018

TIRAR LA TOALLA.

Ayer hizo un año que te me rompiste del todo por dentro, dejándome el alma llena de pedazos de ti, de esquirlas clavadas en el corazón de todo el amor que te tuve.

Ayer hizo un año que la realidad vino cara a mi, me golpeó el rostro con su puño  y de mi nariz sangraron todas las mariposas que revoloteban en mi estómago, dejándome vacío de sentimientos y lleno de pena.

Y hoy, como hace un año, cada uno hace su vida, desconectados, después de un segundo intento que también se perdió por el camino.

Y si el dolor me dejó entonces lleno de miedos, es ahora cuando la derrota por cansancio me hace tirar la toalla, dejando escapar el último suspiro de fe que tenía de encontrar eso que tan imprescindible creía para poder ser feliz y es que si aún sigo creyendo que el amor existe, a mi se me pasó el momento, debí dejar el mío olvidado en la cuneta de alguna carretera, en uno de esos viajes en los que siempre traía de vuelta mi maleta.

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