Todavía no te entiendo bien
todavía no veo el final
Frágil como una niña pequeña
Implacable como un animal
Bailas en un lugar incierto
Sin control ni dirección
Pétalos, sonrisas y desastres
Mil problemas y una solución
Todavía no te entiendo bien
pero qué más da
Siempre es como la primera vez
Vuelves a empezar
Hoy he cambiado las preguntas
y he buscado en otra dirección
Puertas, laberintos y escaleras
tres gemidos de satisfacción
Preparamos juntos este viaje
Luego perdemos el valor
Dueños de un extraño equipaje
Dueños de la rabia y el dolor
Todavía no te entiendo bien
pero qué más da
Siempre es como la primera vez
Vuelves a empezar
Haces que me sienta bien
y después te vas
Vuelves sola al amanecer
Vuelves a empezar
Todavía no te entiendo bien
(estoy aquí)
pero qué más da
(deja de buscar)
Siempre es como la primera vez
(estamos vivos)
Vuelves a empezar
(tan vivos)
Haces que me sienta bien
(tú también mi amor)
y después te vas
(Salgo a buscarte a ti)
Vuelves sola al amanecer
(triste y sola)
Vuelves a empezar
(volvamos a empezar)
https://youtu.be/UrmuC-CaUz8
A veces nos sorprendemos de como una canción se convierte en una persona y viceversa.
Otras veces, lo sorprendente es como una canción se convierte en una parte de nuestra vida...y viceversa.
Esta canción en concreto es una obra de arte que resume año y medio de mi vida, un montón de días, unas interminables semanas y un puñado de meses
Entre ellos, un mes para arrancar del calendario para siempre y otro que no me importaría repetirlo doce veces y hacer de él todo el año; dos meses de Octubre que deberían estar prohibidos y censurados para el resto de la vida y dos meses de Mayo que son primavera por si mismos.
Es increible como una canción cuenta tu vida, tus vivencias y tus sentimientos de manera tan parecida a la realidad, al igual que es impresionante como un tipo que se dedica a escribir poesía y ponerle música se puede convertir en algo tan decisivo en cierto momento de tu historia.
Este tipo, Coque Malla, además de ser rarito y un músico magistral se metió en mi vida, en nuestras vidas sin haberlo invitado y como un Cupido con camisa y chaleco hortera, propició un encuentro a cientos de kilómetros de ambos que a pesar de ser un desastre en lo que vienen a ser los planes previstos, hizo de una tarde/noche pasada por agua uno de los momentos más mágicos e inolvidables de mi vida.
Muchas gracias Coque, a pesar de que no cantases, muchas gracias por la magia de ese instante, aunque luego el conjunto de esos meses fuesen pétalos, sonrisas y desastres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario