Y por más que Lobo se hubiese empeñado en demostrarle a Roja que ser feliz no era un cuento,
ella prefirió ser Campanilla,
agitar sus alas y...
seguir viviendo en Nunca Jamás.
Y no, no vivieron felices comiendo perdices.
Bienvenido, acabas de entrar en mi guarida. Ponte comodo y preparate a conocerme un poco mas...Y deja un comentario coño, que esto es para eso tambien!!! Un abrazo
No hay comentarios:
Publicar un comentario