sábado, 13 de enero de 2018

SENSACIONES AMARRADAS

Ella lo llamó con su mente, gritándole con el corazón mas que con su pensamiento, ya que la cabeza lo que le dictaba era callarse y dar la espalda a lo que corria por sus venas cada vez que lo veia.

Él se saltó las barreras que se habían impuesto mutuamente y convirtió un ''no saber que hacer'' en reposteria a base de chuches y una llama que cantaba una melodia conocida con un tono ligeramente estridente.

Y la sorpresa hizo que se besasen timidamente, casi seguro que de una manera diferente a como hubiesen deseado, pero de la única manera que la cordura, el respeto y los principios les permitian en ese momento;

dos timidos besos y una ligera caricia en el hombro.

Pero como la ocasión lo merecía se abrazaron, en un abrazo mas corto de lo que ambos hubiesen deseado, pero abrazo estrecho, nada carnal pero cargado de ese algo que había entre ellos y que no sabian como definir.

Eso, simplemente un abrazo que decía sin expresar más de lo que podían y una frase susurrada al oido para callar lo que realmente necesitaba decirle.

Sensaciones amarradas con correas de cordura.

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