miércoles, 24 de enero de 2018

CIEGOS.

Esta tarde, mientras patrullaba con mi compañero por una de las estaciones del metro he visto a un hombre ciego como se desenvolvia para viajar.

Ha seguido la guias del suelo con su bastón hasta llegar a la entrada indicada, ha bajado las escaleras andando, no las mecanicas y una vez en el andén ha vuelto a seguir las guias hasta el lugar indicado para acceder al vagón y se ha sentado a esperar.

Y yo, que soy bastante de fijarme en las cosas, sobre todo en las cotidianas, he pensado que si a veces las cosas son dificiles viendolas, sin verlas tienen que ser un caos y que además debe ser muy dificil aprender todas esas referencias para poder llevar una vida medianamente normal.

Tambien he pensado en la sensibilidad que tienen que tener esas personas para captar lo que no se ve y en ese momento, durante un fugaz instante he cerrado los ojos y ahi, haciendo eso, me he dado cuenta.

He caido en que si, para muchisimas cosas es horrible estar ciego, pero para otras...para otras es una ventaja grande.

Y es que ellos, no tienen que preocuparse por lo fisico, por las apariencias, les da igual la ropa de marca, las modas, si alguien ha ido a la peluquería o no, el color de ojos, si su coche es el ultimo modelo o de si los años han dejado surcos en la piel.

Tienen la suerte de valorar cosas como si la voz que les habla es dulce, si el perfume que usan les despierta mariposas en la nariz, si su piel al tacto es suave y cálida, si a la hora de abrazarse corre entre ellos algo mas que poco aire, si esos labios que besan a pesar de no estar inflados con colágeno hacen el mismo papel que morder una fruta fresca y madura.

Se fijan en cosas ''tan insignificantes'' como lo que te hace sentir quien tienes enfrente, quien abrazas, quien te habla, confían en el tacto y en ese sentido que todos tenemos y que la vista apaga.

Realmente, quien está ciego?

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