viernes, 16 de mayo de 2008

Retorno al futuro

Y no, no estoy hablando de esa cutra pelicula de nuestra adolescencia, ni he descubierto un agujero de gusano en el espacio-tiempo.
Hablo de lo estupidos-ciegos-cobardes-paranoicos que podemos llegar a ser con tal de no darnos una oportunidad en la vida.

A veces amontonamos delante de nosotros toda la basura que hemos tenido que aguantar, las discusiones, los cuernos, las mentiras, las putadas, las lagrimas, las noches en vela, las decepciones, las oportunidades dadas y malgastadas, la autocompasion, los miedos, el engañarnos a nosotros mismos, el "yo no me merezco esto", el orgullo perdido, el corazon roto, y tantas y tantas cosas que aunque no siempre son inmerecidas nos joden y nos destrozan la vida en un momento determinado.

Y hacemos una montaña que no nos deja ver mas adelante, que impide que la luz llegue a esa oscura cueva en que hemos convertido nuestra existencia; una montaña que cuesta mucho escalar y pasar al otro lado, ese lado donde empieza el resto de nuestra vida, esa vida que esta llena de cosas y personas por descubrir, buenas o no tan buenas, pero que nosotros debemos controlar, sin dejar que toda esa mierda que hemos dejado atras se nos caiga encima y sepulte nuestra felicidad con una avalancha de miedos y malos recuerdos.

No podemos ni debemos dejar que el pasado nos impida ser felices en el presente y nos rompa la posibilidad de tener un futuro. Nos lo debemos, a nosotros mismos.


Para todos los que han sufrido, estan sufriendo y por desgracia mas de uno sufrira, incluido yo mismo, por supuesto.
Para que cada mañana no cometamos el error de mirar atras y no adelante.

1 comentario:

La Chica De Las Pecas. dijo...

Para un alacrán cualquiera:

Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó.

Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el
animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el
alacrán lo picó. Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: "Perdone, ¡ pero usted es terco ! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?". El maestro respondió: "La
naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la Mía, que es ayudar".
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones. Algunos persiguen la
felicidad; otros la crean.

Tenlo presente siempre. Sencillo, no crees??

"Cuando la vida te presente mil razones para llorar,
demuéstrale que tienes mil y un razones por las cuales
sonreír”


Besos Amor.