100 cicatrices
Hoy escribo desde el infierno, no he tenido más remedio que venir pues solo aquí es donde por fin podré poner " fin", final del sufrimiento inútil y traidor, final al dejarme calar el alma hasta desangrar.
Solo yo me conozco, para los demás solo soy una interpretación de realidades distintas mirado desde el ojo del espectador. Hoy me atrevo a ver todo de mí, a destapar el retrato que Dorian temía con pavor...vamos sombra muéstrate pues por ti he bajado al fuego abrasador, muéstrame mi otra mitad, y de repente aparece, al principio inquieta, mirándome sin saber si seguir o huir, doy un paso y le tiendo la mano, y como si de una danza se tratara se desliza hacia mi, quedo hipnotizada por su belleza, femenina silueta de plumaje negro como el ébano, con ojos rasgados inyectados en sangre, esos ojos tienen tanta vida que no puedo dejar de mirarlos, en ellos veo todos los sentimientos que el hombre rechaza, pero ante mi sonrisa se muestra seductora, desnudo mi piel para que vea de donde nació y señaló mis 100 cicatrices que el mapa de mi cuerpo muestra, se inclina sobre mi primera cicatriz y cierro los ojos al notar su lamido, siento que mi cuerpo alcanza el paraíso pues su lengua está sanando cada una de mis heridas, quien iba a decir que ella tendría el antídoto perfecto para mí dolor.
El tiempo se convierte en un sueño del que despierto al sentir su beso húmedo sobre mis labios y al abrir los ojos ya no está, miro mi cuerpo y esta impoluto, la sigo buscando sin cesar, le quiero agradecer que forme parte de mi, y de pronto la siento...ahí está, haces el complemento perfecto a mi otra mitad. Y ahora entienpdo que ella, de la que tanto se reniega, es la que en ocasiones me dio fuerza cuando casi me creí muerta.
Lorena.
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