domingo, 25 de agosto de 2019

EL BAÚL DE LOS AMORES PENDIENTES.

Si, aunque te cueste creerlo, hubo un momento en que me enamoré de ti.

No sé si fueron apenas unos segundos, si duró algo más que minutos o si ocurrió durante esas horas que compartimos en que te sentí tan cerca mío.

No se cuanto, pero lo que si sé es como.

Hubo ese momento en que te miré y nunca jamás quise que nuestras sombras dejasen de jugar juntas.

Esa décima de segundo en la que el mundo dejó de existir a mi alrededor y en la que tus gestos, tu risa, esa forma de hablar que me encandiló, ese mechón de pelo cayendo sobre tu cara y ese brillo deslumbrante que habita en tus pupilas pasaron a cámara muy lenta.

Tan lenta que hubiese jurado que me duró toda la vida.

Si, existió ese preciso momento en que hubiera matado por morir en tus brazos, aunque fuese envenenado por tus labios y ahorcado con tu pelo.

Me enamoré de ti y de repente, dejé de hacerlo.

O quizás te dejé guardada en el baúl de los amores pendientes;

Que en el baúl de los amores imposibles están todos aquellos que duraron más que ese instante pero que no llegaron a ser eternos,

Como deben ser los amores  verdaderos.

No hay comentarios: