Quizás tan solo es que su cariño y bondad eclipsaron la verdad y no le dejaron ver realmente a quien tenía delante.
Y paso el tiempo y las mariposas de su estómago se convirtieron en gusanos...o en un capullo.
Y ahora llora por no haber podido verlo a tiempo.
O tal vez por no haber querido ver como era realmente y confiar que a base de amor, comprensión y besos podría sacar lo bueno que habia en él.
Aunque de bueno había poco, viendo como acabó todo.
No, no supo escoger bien y él se llevó en una bolsa algo mas preciado que lo material y fue toda su ilusión, su generosidad, su cariño, sus sonrisas y un puñado de caricias que, estaba claro, no merecía.
Y ahora ella escoge bien, se escoge a si misma y a los suyos, volverá a plantar cara al mundo y como siempre, secará sus lagrimas y seguirá adelante, camino de su felicidad.
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