Ella, desplegaba de nuevo sus alas para levantar el vuelo una vez más detrás de sus sueños, intentando eclipsar a las estrellas con el brillo de sus ilusionados ojos.
El, disfrutaba, a pesar de la distancia, viendo como aquellas alas que cosió hace ya cierto tiempo con hilo de besos y esperanza, servían para lo que estaban hechas: hacerla volar muy alto, por encima de elevadas montañas y países lejanos donde se cumplen los sueños y se encuentra la paz.
Y ambos se sonreían a los ojos sin tenerse delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario