viernes, 29 de enero de 2010

Nos miramos a los ojos,
ahora cansados, ojerosos y faltos de vida,
y ya no vemos lo mismo que antes.

Nos miramos a los ojos,
intentando sacar respuestas
a preguntas que no queremos ni formular,
cerrando nuestros oidos
para no aceptar que quizas no estemos en lo cierto.

Nos miramos a los ojos,
por la cobardia que tenemos al no querer hablar,
a decir cosas que nuestro orgullo se niega a dejar salir,
a no admitir que sufrimos por egoismo suicida.

Nos miramos a los ojos,
y yo al menos,
sigo buscando la chispa que un dia encontré,
la que cambió mi vida una vez.

No hay comentarios: