viernes, 25 de mayo de 2018

Y SON PRECIOSOS.

No sabría explicártelo mejor, pero al menos lo voy a intentar: eres de esas personas que, sin ser extremadamente guapas, tienen algo que las convierte en preciosas.

Y no te hace falta mucho, con cualquier cosa, sales a la calle y desprendes energía; sonríes y joder...

Ya, ya lo sé, no es fácil que tú quieras a nadie.

Hablo de querer de verdad.

Pero yo al menos sé, que cuando quieres, quieres con toda tu alma. Y entonces, muy mal tienen que hacer las cosas para que te marches.

Pero alguna vez las hicieron mal, jodidamente mal.

Y ahora, ahora te cuesta horrores.

No quieres una sola decepción más.

Y a todo le pones pegas.

Absolutamente a todo.

Se le llama miedo.

Bueno, tú quizá le llamas escudo.

Al menos, gracias a eso, siempre abres tus ojos todo lo que puedes, por si acaso.

Y son preciosos...

Me rindo ante la evidencia vestida de belleza y ante el irresistible impulso de robarlo y pegarlo.

Y duele admitirlo.

Y si, son preciosos.

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