NO.

Siento si sueno demasiado crudo, demasiado directo, debes saber que no suelo usar filtros cuando digo algo, pero deja de hacer la idiota, empieza a quererte, aprende que la persona de la que más enamorada tienes que estar eres tú.

Que amiga  ya estamos mayores para que nos mareen con historias de niños para niños, con excusas de mal pagador, con cuentos chinos de final barato; que ya tenemos una edad para que se piensen que nos chupamos el dedo, preferimos chupar un caramelo, dulce, del sabor que nosotros queramos elegir.

NO, aprende a decir NO, a juntar la letra N y la letra O y a poner en práctica todo su significado.

NO me marees, NO me molestes, NO me llames, NO me mandes mensajes, NO me controles, NO me busques, NO me hagas daño, NO digas que me quieres, NO me quites mi sonrisa, NO pintes ríos de lágrimas en mis mejillas, NO intentes ser mi dueño.

NO.

Y cuando sepas decir NO, cuando te salga de manera natural, coge tus maletas, pinta una sonrisa en esa boca preciosa y vete, vete de ese país llamado Amargura, ese que tiene un himno cuya letra son llantos y tiene por bandera un cielo nublado; emigra, súbete al primer tren que salga de la estación camino de cualquier otro país donde luzca siempre el sol, donde te den permiso de residencia en base a las chispas de tus ojos saltarines, donde estén encantados de verte pasear por sus calles.

Hazme caso, ponte delante de tu espejo, mirate a los ojos y di: eres preciosa, inteligente, divertida, una mujer de bandera y por todo eso y más, te quiero, me quiero, eres, soy lo que más quiero.

Y sal ahí fuera a vivir, a ser feliz.