Ver brillar esos ojos cuando te miran,
Ese pecho que sube y baja cuando te siente cerca.
Esa boca que se torna blanca enmarcada en rojo y amanece al sonreírte.
Esos dedos que juegan con los tuyos mientras habláis en el sofá.
Esa risa que brota de dentro de su pecho, sube por su garganta hasta salir por su boca y hacerme el hombre más feliz del mundo.
Todas esas cosas que recordaba de ella y ahí seguían, esperándome para abrir mi pecho como un armario, coger mi corazón entre sus manos y volver a darle cuerda para hacerlo funcionar.
Así, mirando al fondo sin mirarme, mientras yo la veo a contraluz.
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