Juegan con tu corazón como si fuese un yo-yó.
Te dicen que te quieren,
pero ni lejos ni demasiado cerca,
la distancia justa para estar pegado a ti pero no encima.
Y te estampas contra el suelo.
Y te sueltas,
abandonas ese lugar,
y te juras a ti mismo que nunca mas.
Y cuando vuelves a amar,
lo haces con la mano en la maneta de freno,
con mil precauciones y una mirada inquisidora.
Y lógicamente...no funciona
Y a pesar del paracaídas que llevabas puesto todo el dia,
todos los dias...
te vuelves a estampar,
con quien menos lo esperas,
cuando menos lo quieres porque,
al fin y al cabo,
necesitarlo,
no lo necesitas.
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